Paulina Guerscovich tiene 18 años y va camino a concluir su etapa en la secundaria del Superior de Comercio. Estudia inglés y entrena Esgrima, siendo deportista de alto rendimiento. Durante la primera parte del año dedicó varias horas de sus días para ganar una de las pasantías que el Instituto Balseiro ofrece en el Centro Atómico Bariloche y en laboratorios de vanguardia.
Todos los años el Instituto Balseiro, el organismo universitario argentino de alto nivel especializado en física, matemáticas e ingenierías, presenta un concurso, bajo una temática en común, para estudiantes de 5º de la secundaria. Quienes ganan viajan y se codean con las investigaciones más importantes del país. Este año, Guerscovich compitió en “Inteligencia Artificial: realidad y ficción”, que ponía en debate el uso de la IA en la sociedad.
La rosarina fue una de las elegidas entre más de 590 estudiantes y el próximo 27 de octubre estará en Bariloche para introducirse en el mundo de la ciencia. Si bien afirma que le gusta leer, el próximo paso académico de Guerscovich estará cerca de los números y la oportunidad en el Balseiro se presenta como ideal para su futuro.
La monografía de Paulina
El trabajo que presentó Guersovich expone encuestas con alumnos secundarios y universitarios, cita a académicos como Oleksandr Tymoshchuk, Miguel Pastorino y Salman Khan, también al CEO de Chat GPT, San Altman y hasta menciona al filósofo, Michel Fouclault. Además, desglosa entrevistas con Pablo Granitto, director del Cifasis (Centro Internacional Franco-Argentino de Ciencias de la Información y de Sistemas), y Natalia Raimondo, doctora en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Además recibió asistencia de su tutora académica María Laura Giannone, y las docentes Keila Tomás, Beatriz Schiffino y María del Rosario González, todas del Superior de Comercio, la escuela dependiente de la UNR.
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Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
Y llega a una conclusión que parece alejarse de los avances tecnológicos y acercarse más a una lógica rousseauniana: "La forma de combatir un mal uso –o abuso- de la Inteligencia Artificial es ser más humanos que nunca. Fomentar una vida no encapsulada en pantallas es encender el motus propio por descubrir, la alegría de lograr algo por nuestra cuenta. Es sentir. La euforia, el dolor, el miedo, el anhelo, todo aquello que no puede predecirse, cuantificarse, promptearse, todo aquello que se vuelve imperfecto e impredecible es lo que nos vuelve seres humanos”.
La Capital dialogó mano a mano con Paulina Guersovich días antes de viajar con la selección argentina de Esgrima al Sudamericano en Lima, Perú, en el cual logró un segundo puesto en su categoría por equipo. Porque además de leer y analizar la inteligencia artificial, se dedica al sable seis días a la semana. También reconoce que le gusta la lectura –ya leyó tres veces la saga de Harry Potter- y hasta llega a introducirse en libros completos en inglés.
-¿Cómo resumirías tu trabajo para ganar la beca en el Balseiro?
Todos los años dejan un tema y este era de inteligencia artificial, con algunas preguntas guía y en función a eso tenes que hacer una monografía. Este año eran en su mayoría con respecto a qué tanto se puede confiar en inteligencia artificial, en los campos de la ciencia y en la educación. Me centré en el rol de la inteligencia artificial en la vida de las personas. Fue bastante compleja porque tenía muchas ideas en mi cabeza, como si fuera un caleidoscopio, y abordé la educación, pero también el sedentarismo cognitivo y cómo vivimos en una sociedad inmediata en la que todo el mundo quiere que todo sea fácil o que se resuelva sin esforzarse. La inteligencia artificial termina convirtiéndose en una adicción y nosotros mismos estamos anestesiando nuestras propias habilidades.
-¿Cuánto tiempo te llevó la monografía?
Empecé en marzo y la entregué el mismo día de cierre, el 27 de junio. Llegué con lo justo por mi día a día entre la escuela y entrenamientos de tres horas por día. Además, todo lo tuve que hacer fuera del horario escolar y me llevó mucha lectura, investigación, mucha reflexión personal. La conclusión de la monografía la escribí antes de terminar el trabajo porque yo ya sabía que quería decir. La redacté de noche luego de volver de un torneo que me fue mal, estaba triste y por eso es tan emocional. Habla del error humano y cómo sirve para aprender, crecer y evolucionar. Al principio pensé que era una basura, pero mis docentes me dijeron que estaba bien y me incentivaron a escribir todo el texto en ese sentido.
Su mirada sobre la inteligencia artíficial
-Tu respuesta es más social que tecnológica... ¿por qué?
Mi monografía está muy influenciada por el hecho de que me gusta mucho leer. Pero además me gustan las ciencias duras: la física, la química, la matemática, pero también la literatura, la psicología, la filosofía. En mi trabajo está reflejado eso. Por eso elegí el Superior de Comercio.
-¿Elegiste vos la escuela?
Sí.
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Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
Continuá...
El Superior podía darme una apertura bastante interesante porque siento a la economía como algo muy presente. Además, me apoyaron mucho mis profesoras de física, sociales y literatura. La fusión de todo eso tiene que ver mucho con mi personalidad.
Volvamos al trabajo, porque la inteligencia artificial no va a detenerse...
Siento que no es el tema la inteligencia artificial. En primaria vimos un experimento con ratones. A los animales le ponían maquinas que le depositaban alimentos y otras no. Los ratones tenían que presionar un botón, chocar, para que caiga la comida. Hacían el movimiento como si fueran adictos y es lo que veo con las redes sociales y la inteligencia artificial. O sea, nos estamos convirtiendo en ratones que rebotamos la cabeza contra la pared para ver si nos llega una solicitud de amistad o un like. Mi generación es la última que nació sin la existencia de Chat GPT y tantos otros. Personalmente no uso inteligencia artificial, solo cuestiones mecánicas como transcribir el video o corrección de texto. Y tampoco creo que nos vaya a reemplazar. Más bien, es si cada uno se hace reemplazable o se está invalidando a uno mismo.
¿Y te gusta algo de inteligencia artificial?
No estoy en contra de la inteligencia artificial, es positivo. Estoy en contra de cómo se usa. Pablo Granitto, a quien entrevisté para la monografía, me decía que el uso se debe a la patología de la inmediatez instalada en la sociedad. Antes era Wikipedia y ahora es Chat GPT. La inteligencia artificial se usa para muchas cosas, de hecho, voy a estudiar Ciencia de Datos. Me encanta la IA y por eso escribí este trabajo, pero creo que las mejores cosas son las que te generan sentimientos encontrados porque si es totalmente bueno o malo, es aburrido.
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Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
Un futuro versátil
Dijiste que te gusta la literatura... ¿Qué te gusta leer?
Todo. Me gusta mucho los libros profundos. No me atraen las historias de romances, aunque las leo. El último que me marcó fue “Tan poca vida”. Otro fue “El circo de la noche”, que es de fantasía. Mis primeros libros fueron Harry Potter y los de Percy Jackson.
¿Y por qué Ciencia de Datos?
Porque va con mi personalidad. La Ciencia de Datos está en todos lados. Mi libro favorito de chica era “El gran libro del conocimiento”. Lo llevaba a todos lados y lo abrazaba. Lo abría en cualquier momento y me ponía a leer de gastronomía, ciencia, historia o cualquier cosa. Siento que la Ciencia de Datos es justamente para analizar información y puede trabajar en economía, medicina o física. Además, no me veo haciendo toda mi vida lo mismo porque soy muy inquieta y esta carrera me pueda dar versatilidad.
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