Que las compañías aéreas pesen el equipaje antes de embarcar es parte de la rutina de cualquier viajero. Pero pedirle a los pasajeros que se suban a una balanza antes de subir al avión no es algo habitual.
Que las compañías aéreas pesen el equipaje antes de embarcar es parte de la rutina de cualquier viajero. Pero pedirle a los pasajeros que se suban a una balanza antes de subir al avión no es algo habitual.
La empresa Air New Zealand, la aerolínea neozelandesa con base en Auckland, comenzó a pesar pasajeros. Sí, la firma empezó este domingo una encuesta para medir el peso promedio de los pasajeros en los vuelos internacionales que parten desde el aeropuerto de esa ciudad.
La aerolínea aseguró que es una iniciativa "esencial" y recordó que la Autoridad de Aviación Civil de Nueva Zelanda exige incluso que se realicen encuestas sobre el peso. El proceso se lleva a cabo cada cinco años para reevaluar la carga y la distribución del peso de los vuelos, según informó.
"Pesamos todo lo que va en el avión: desde la carga hasta las comidas a bordo, pasando por el equipaje de la bodega", explicó Alastair James, especialista en mejora del control de carga de Air New Zealand. "Para los clientes, la tripulación y las maletas de cabina, utilizamos pesos promedios, que obtenemos haciendo este estudio", aclaró.
Según comentó el especialista, se pide a los viajeros que se suban a una báscula y ubiquen su equipaje en otra.
Para muchos, se trata de una medida bastante controvertida, ya que implica información personal que debería mantenerse privada. Sobre este punto, James hizo algunas aclaraciones: "Nadie puede ver su peso, ni siquiera nosotros". Precisó que "las básculas no muestran el peso, ya que éste se introduce directamente en una computadora y se registra de forma anónima junto con el de otros miles de pasajeros".
No solo los pasajeros, también los tripulantes son pesados. El pesaje del equipo tiene lugar antes del momento del embarque.
Si bien la información se mantiene anónima, James coincide en que subirse a una báscula en público "puede resultar desalentador". Por eso la encuesta es voluntaria y quien no quiera pueden simplemente negarse a hacerla. El objetivo es obtener los pesos de al menos 10.000 pasajeros aéreos, por lo que la aerolínea extenderá la medida hasta el 2 de julio.