El presidente cubano Raúl Castro afirmó ayer que el diálogo con Estados Unidos "va bien", por lo que ambos países podrán designar embajadores después de que Washington retire a Cuba de la lista de promotores del terrorismo, el 29 de mayo. "En 45 días, que se cumplen el día 29 mayo ya se levantará (...) esa acusación y podremos tener, nombrar los embajadores", destacó Castro en alusión al plazo legal que debe cumplirse en Estados Unidos para que el presidente Barack Obama pueda eliminar a Cuba de esa nómina. "Va bien la cosa, desde luego a nuestro ritmo", agregó en alusión al proceso de acercamiento con Estados Unidos, el viejo enemigo de la Guerra Fría, iniciado en diciembre. "Muchos se preguntan y critican que vamos muy lentos. ¿Y para qué tenemos que ir corriendo, para cometer errores?", redundó.
Condiciones. La Habana y Washington celebraron tres reuniones sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas, rotas en 1961, pero Cuba exige ser sacada de la lista negra terrorista de Estados Unidos antes de la reapertura de embajadas. El gobierno de Castro había señalado en varias ocasiones que no tendría "sentido" retomar relaciones si la isla seguía en la lista.
Otra de las medidas que exige Cuba es que se solucionen los problemas que tiene su Sección de Intereses en Washington para operar, debido a las restricciones del embargo económico. "Con eso (el nombramiento de embajadores), extendemos relaciones, pero normalizar los lazos ya es otro tema, pues para eso tiene que eliminarse el bloqueo completo vigente desde 1962 y la base (estadounidense) de Guantánamo debe ser devuelta", declaró Castro tras despedir en el aeropuerto de La Habana al presidente francés, François Hollande.
Tras notificar al Congreso, Obama está a la espera de que se cumpla el plazo legal de 45 días que tiene el Legislativo de oponerse a la eliminación de Cuba de la lista terrorista, en la que también figuran Siria, Sudán e Irán.
Castro destacó que Washington y La Habana están ahora discutiendo algunos temas pendientes para reabrir las embajadas, y mencionó entre ellos las restricciones de movimiento del personal diplomático. "Le manifesté al presidente Obama concretamente, que lo que más me preocupa es que (los diplomáticos estadounidenses) continúen haciendo las cosas ilegales que hacen ahora, o que han estado haciendo hasta ahora", indicó. Mencionó como ejemplo la capacitación a "periodistas independientes, ya sea en la SINA (Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, que cumple tareas consulares) o en casa de diplomáticos" de Washington en Cuba. "Esas cosas no se hacen. Sencillamente, lo que planteamos es que todos tenemos que ajustarnos a los acuerdos sobre el comportamiento de los diplomáticos en el mundo, aprobado en la convención de Viena de 1961", apuntó.
Cuba ha denunciado que Washington utiliza su misión diplomática en la isla para impartir clases de periodismo e inglés a disidentes, que La Habana describe como "mercenarios" pagados por Estados Unidos para socavar al país.
Hollande, en tanto. celebró el lunes la primera visita de un presidente francés a Cuba. El mandatario galo, que abogó ahí por el acercamiento entre la Unión Europea y Cuba, fue también el primer líder de una potencia occidental en visitar la isla tras el anuncio de la reconciliación diplomática entre Washington y La Habana.
Posición común. Castro se mostró confiado en que la Unión Europea derogue pronto la llamada "posición común" hacia la isla, que condiciona las relaciones bilaterales a la situación de los derechos humanos en la isla. "Eso se va a resolver", dijo Castro en el aeropuerto de La Habana al despedir a su homólogo francés. "En definitiva, la SINGLE_LEFT_QUOTEposición común' de la UE no debió de existir nunca", agregó el líder cubano. "Eso fue una importación a través de quien ustedes saben, que llevó la instrucción hasta en inglés", dijo en referencia al ex presidente español José María Aznar. La "posición común" europea exige desde 1996 mejoras en la situación de los derechos humanos en Cuba, sobre todo en relación con la proscrita oposición política, como condición para las relaciones bilaterales con la Unión Europea. La postura fue adaptada a instancias del gobierno conservador de Aznar en España.
Varios países europeos abogan en tanto por un cambio de posición respecto a la isla. Bruselas abrió en abril de 2014 negociaciones con la isla sobre un acuerdo de "diálogo político y cooperación", que debe reemplazar previsiblemente a la "posición común". Cuba es el único país latinoamericano que no tiene un tratado bilateral con la UE.