Dos policías fueron arrestados ayer en Río de Janeiro acusados del crimen de la concejal y activista de derechos humanos brasileña Marielle Franco, asesinada a tiros hace un año junto con el conductor del vehículo que la transportaba.
Dos policías fueron arrestados ayer en Río de Janeiro acusados del crimen de la concejal y activista de derechos humanos brasileña Marielle Franco, asesinada a tiros hace un año junto con el conductor del vehículo que la transportaba.
Uno de los detenidos es el policía jubilado Ronnie Lessa, considerado autor de los disparos contra la concejal el 14 de febrero de 2018, mientras el otro es el ex policía Elcio Vieira de Queiroz, de 46 años, acusado de conducir el automóvil en que se movilizaban los agresores en el momento del crimen.
Lessa fue arrestado en su casa, en el condominio Villa de la Barra, en la Barra da Tijuca, en la zona oeste carioca, el mismo en el que vive el presidente Jair Bolsonaro. De acuerdo con las autoridades Lessa disparó desde el asiento de atrás del automóvil, antes de darse a la fuga.
La versión online del diario Folha do Sao Paulo publicó en su página principal una fotografía del otro arrestado, Vieira de Queiroz, junto a Bolsonaro, ambos abrazados y sonrientes.
"Es incontestable que Marielle Franco fue sumariamente ejecutada debido a su actuación política por las causas que defendía", consigna la denuncia presentada por la Fiscalía para solicitar el arresto de los uniformados.
La Policía Civil y la Fiscalía regional de Río de Janeiro, responsables por la operación, realizaron allanamientos en las residencias de los acusados, así como en las de otras 34 personas sospechosas de haber participado en el crimen. La noticia del arresto repercutió fuerte en las redes sociales y la prensa en todo el territorio brasileño, y los alcances políticos del hecho aún son impredecibles.
Los investigadores descubrieron que el crimen fue minuciosamente preparado durante tres meses y que Lessa hizo averiguaciones en internet de los lugares frecuentados por la concejala.
Igualmente establecieron que desde octubre de 2017 el acusado también investigaba detalles de la vida del diputado Marcelo Freixo, uno de los principales dirigentes del PSOL, así como del oficial del Ejército que entonces ejercía como interventor en la seguridad pública de Río de Janeiro, general Walter Braga Neto.
Marielle Franco, una mujer negra, lesbiana, procedente de una favela, política y defensora de los derechos de las minorías, fue asesinada a tiros dentro del automóvil en el que se dirigía a su residencia tras salir de un acto político. Militaba en el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y fue la quinta política más votada en las elecciones celebrados en 2016 para el Concejo de Río de Janeiro.
Amnistía Internacional (AI) había pedido al Estado brasileño garantizar "una investigación inmediata y rigurosa" por su asesinato.
La operación que culminó con el arresto de ayer fue la primera con la participación del Ministerio Público de Río, por medio del Gaeco, una fuerza de élite que investiga organizaciones criminales.
Lessa entró en la lista de sospechosos tras ser víctima de una emboscada, el 28 de abril, treinta días después del asesinato de la concejal. La favela de la Maré, donde nació Franco, es una de las áreas más peligrosas y hostigadas por la violencia institucional en la ciudad carioca.
Su muerte, un día después de que denunciara la intervención militar en la segunda ciudad más poblada del país, causó conmoción en todo Brasil, estuvo impune casi un año y fue profusamente recordada en los desfiles de varias escuelas de samba que participaron en el carnaval la semana pasada.
Mónica Benicio, la viuda de Franco, considera el arresto un paso importante en la investigación pero lamentó que no se conozca al ideólogo. "No basta con prender mercenarios, es importante saber quién dio la orden", dijo.
Por Matías Loja
Por Lucas Ameriso