Arduas negociaciones de Insulza en Honduras por el retorno de Zelaya
Tegucigalpa. — El secretario general de la Organización de Estados
Americanos (OEA), José Miguel Insulza, llegó a Honduras para una serie de consultas con diversos
sectores, con miras a buscar una salida a la crisis en la que se encuentra la nación
centroamericana. Su presidente constitucional, Manuel Zelaya, fue expulsado por la fuerza del país.
Los partidarios del nuevo gobierno de facto realizaron manifestaciones durante todo el día en
Tegucigalpa como "recibimiento" al jefe de la OEA. En tanto, la presidenta argentina viajaba anoche
a Washington y mañana se trasladaría a Honduras (ver aparte).
4 de julio 2009 · 01:00hs
Tegucigalpa. — El secretario general de la Organización de Estados
Americanos (OEA), José Miguel Insulza, llegó a Honduras para una serie de consultas con diversos
sectores, con miras a buscar una salida a la crisis en la que se encuentra la nación
centroamericana. Su presidente constitucional, Manuel Zelaya, fue expulsado por la fuerza del país.
Los partidarios del nuevo gobierno de facto realizaron manifestaciones durante todo el día en
Tegucigalpa como "recibimiento" al jefe de la OEA. En tanto, la presidenta argentina viajaba anoche
a Washington y mañana se trasladaría a Honduras (ver aparte).
Luego de llegar al aeropuerto de la capital hondureña, una de las primeras
citas de Insulza fue con los integrantes de la Corte Suprema de Justicia, con quienes charló por
más de dos horas. No trascendieron detalles del encuentro. La Corte prohibió el referendo que
impulsaba Zelaya y que derivó en la actual crisis. Insulza tenía previsto reunirse anoche con el
fiscal general adjunto, Roy David Urtecho, algunos candidatos presidenciales y dirigentes de la
izquierda hondureña.
El desarrollo de la agenda del secretario de la OEA en el país
centroamericano se mantuvo en secreto. Insulza arribó a Honduras un día antes del anunciado retorno
del destituido presidente Manuel Zelaya. Este retrasó su regreso al país para dar un compás de
espera al ultimátum de 72 horas que dio la OEA para que se lo restituya en el poder. Las horas
previas a la llegada del secretario general de la OEA registraron manifestaciones en las calles de
Tegucigalpa de seguidores y opositores de Zelaya.
Insulza no tienen ningún encuentro previsto con el nuevo presidente,
Roberto Micheletti, a quien la OEA desconoce como mandatario legítimo.
No negociable.
Micheletti participó ayer de una
manifestación en el centro de Tegucigalpa. Antes, había dicho que prefería que Zelaya no regresase
al país para evitar un derramamiento de sangre. "Para la tranquilidad y la paz del país, yo
preferiría que él no entrara, para la paz y la calma; yo no quiero que haya una gota de sangre
derramada por nuestro país", expresó Micheletti el jueves. Además, si a Honduras se la separa de la
OEA por no restituir a Zelaya, "no pasará nada, ya lo hicieron con Cuba y no pasó nada, Fidel
Castro enfrentó esa situación", ejemplificó.
Asamblea clave.
El aislamiento internacional del
gobierno de Micheletti, que impuso un toque de queda al llegar al poder, a lo que sumó el miércoles
la suspensión de las garantías constitucionales, es total. El gobierno de Venezuela, el abanderado
de la lucha por la restitución de Zelaya y su mentor en la región, anunció la suspensión del
suministro de combustible a Honduras a precios subsidiados.
Varios países han retirado o llamado a consultas a sus
embajadores en Tegucigalpa y los organismos internacionales de crédito han anunciado la suspensión
de desembolsos o nuevas financiaciones hasta que Zelaya sea restituido.
l
Insulza, quien volverá hoy a la mañana a Washington,
informará a su regreso del resultado de sus negociaciones a los miembros de la OEA, y si la
situación no ha cambiado el organismo tomará las medidas pertinentes. A su vez, el nuevo gobierno de Honduras advirtió que la restitución del depuesto Zelaya no
es negociable, algo que reiteró ayer, horas antes de la llegada del secretario general de la OEA.
El nuevo canciller de Honduras, Enrique Ortez, advirtió que si Insulza "viene a exigir la
restitución del presidente Manuel Zelaya, mejor que no venga", porque eso "no es negociable". Según
dijo Insulza antes de viajar, el propósito de su misión es que quienes ejercen el poder desde el
domingo "cambien lo que han estado haciendo y encuentren maneras de retomar la normalidad". Pero el
nuevo poder en Honduras se resiste a toda costa. "Ningún organismo internacional puede intervenir
en un país para quitar o poner un presidente, porque esa es una atribución de los pueblos", subrayó
Ortez, quien manifestó que el nuevo gobierno que encabeza Roberto Micheletti —hasta el
domingo pasado titular del Congreso y perteneciente al Partido Liberal, el mismo que Zelaya—
está dispuesto a asumir posibles sanciones de la OEA.