La extrema derecha alemana propone un referéndum para abandonar la UE, como el Brexit en Gran Bretaña. Por primera vez, en una entrevista con el Financial Times, la líder del AfD, la extrema derecha alemana, Alice Weidel, lanza el nuevo programa: sacar nada menos que de Europa a su país más importante: Alemania.
En declaraciones al Financial Times, en su despacho con vistas al Bundestag, Weidel sostiene que la decisión británica fue “absolutamente correcta”. Está convencida de que el Brexit representa “un modelo para Alemania”, lo que demuestra que “se puede tomar una decisión soberana”. En primer lugar, observa, el AfD intentará “reformar la UE” y eliminar el “déficit democrático” limitando los poderes de la Comisión Europea, “un Ejecutivo no electo”. Si esto es imposible, será necesario un referéndum.
¿Por qué Alice Weidel toca un tema que tiene muy pocos seguidores o incluso interés en Alemania? La opinión pública alemana está muy contenta de pertenecer a la UE, consciente de las ventajas que conlleva: sólo el 10% de los alemanes estaría a favor de una salida de Alemania, según una encuesta del Konrad Adenauer Stiftung, de la democristiana CDU. E incluso en el AfD abandonar la UE es una opinión minoritaria: sólo el 45% de sus votantes votaría “sí” en un referéndum.
En una reunión secreta con líderes nazis el AfD discutió deportar a ciudadanos alemanes de origen africano En una reunión secreta con líderes nazis el AfD discutió deportar a ciudadanos alemanes de origen africano
La respuesta a la “provocación” de Weidel está en las próximas elecciones europeas. El AfD aspira a emerger como la segunda fuerza alemana en esas elecciones, por delante de los socialdemócratas del canciller Scholz y de los Verdes. Y traer por primera vez una fuerte voz de oposición radical al europeísmo casi uniforme de los alemanes. No sólo eso: en septiembre se celebrarán elecciones en tres estados federados de la antigua Alemania del Este (Brandenburgo, Sajonia, Turingia), donde el AfD debería ser el primer partido.
Enormes marchas de repudio
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Pese al frío del invierno, millones de alemanes marcharon en repudio de las negociaciones de AfD con los neonazis para deportar ciudadanos africanos.
Estos son días en los que se debate mucho sobre el AfD en Alemania, incluso se pregunta si el partido no debe prohibirse. El fin de semana estuvo marcado por protestas en toda Alemania contra el extremismo de derecha. En Munich, la manifestación incluso fue interrumpida porque en lugar de las 80.000 personas esperadas se presentaron en la plaza 250.000.
Esta respuesta popular fue provocada por una reunión secreta revelada por el semanario Correctiv, donde líderes de AfD se reunieron con exponentes neonazis para discutir un “plan maestro” para deportar a Africa a dos millones de personas, incluidos ciudadanos con pasaporte alemán y sus hijos, si “no comparten los valores alemanes”. A la reunión asistió un asesor de Weidel.
¿Qué tiene que decir Weidel sobre aquella reunión en el Financial Times? Que es una conspiración mediática. Los métodos de Correctiv serían, en su opinión, “escandalosos”. Porque trata de “criminalizar la idea misma de repatriar legalmente a personas que no tienen permiso para permanecer aquí, o están sujetos a una orden de deportación”. Pero en el encuentro no se habló de repatriación, como también hace el gobierno Scholz. Se planteó “remigrar”, un eufemismo por “deportar” incluso a quienes tienen ciudadanía y pasaporte alemán.
Weidel basa su atractivo en la ambigüedad y la no linealidad. Hija de la burguesía de la Alemania Occidental, 38 años, lesbiana con dos hijas y una pareja de Sri Lanka casada de civil, vive en Suiza. Esto no le impide ser la más nacionalista de los líderes alemanes, decidida a defender los “valores familiares” en un partido dominado por hombres.
Weidel agrega que los ucranianos llegados por la guerra deben regresar, que estuvo mal darles beneficios sociales. Por último, le dice a la CDU: “A largo plazo, la CDU no podrá mantener su barrera contra el AfD. La CDU no puede negarse a aceptar una colaboración a largo plazo, especialmente en los estados del Este”. Cuando el presidente de la CDU, Friedrich Merz, sugirió abrir colaboraciones con AfD a nivel local, provocó una rebelión en el partido. El domingo, su rival interno, Christian Wüst, líder de Renania del Norte-Westfalia, afirmó: “El AfD no se basa en la Constitución. El AfD no es un partido conservador ni de derecha. AFD es un partido nazi”. Ahora resta ver qué efectos electorales tienen tanto las marchas de repudio y las maniobras secretas con los neonazis como la propuesta inesperada de Scheibel de ir pensando en un “Brexit” para Alemania para “liberarse” del yugo que le impone la Unión Europea.