Un día llegó a mis manos la revista Qué Sapa. La tomé con curiosidad y me pasó algo que hasta el momento solo me había pasado con los libros cuando te enamorás de los personajes y sufrís el final de la novela porque sabés que los vas a extrañar. Leía detenidamente las notas, una por día, más no. De este modo alargaría mis encuentros con Qué Sapa y sus autores, desconocidos para mí. Tiempo después supe algo más. Son un grupo de usuarios y trabajadores de la salud, la educación y la cultura que integran Communitas, una cooperativa de zona sur. Hacen productos deliciosos de panificación, también mochilas y estuches con materiales reciclados, además de Qué Sapa. Communitas es un centro de día o mejor dicho una casa terapéutica pero con la singularidad de ser productiva, además de lo mencionado produce inclusión social.


























