Matías Álvarez Oviedo, un alumno de sexto año del Instituto Politécnico, regresará este martes a Rosario con una medalla de bronce que ganó en la Olimpíada Internacional de Matemática, que se realizó en la ciudad británica de Bath. El joven rosarino fue parte del equipo argentino que viajó al certamen gracias a una colecta solidaria, luego de quedarse sin el financiamiento que históricamente brindaba el Senado nacional.
Pero Matías no fue el único argentino que fue premiado en el evento británico. El seleccionado albiceleste cosechó en total una medalla de plata, tres de bronce y una mención de honor. En la competencia que se realizó en Bath (Inglaterra) del 11 al 22 de julio participaron 609 alumnos de 108 países.
"La experiencia fue muy linda, poder compartir con chicos de tantos países del mundo fue algo inolvidable", dijo Matías a La Capital. El equipo argentino estuvo integrado por Felipe Bautista Klir (Ciudad de Buenos Aires, medalla de plata), Matías Álvarez Oviedo (Rosario, bronce), Emiliano Sosa (Campana, bronce), Ignacio Naguil (Río Gallegos, bronce), Uriel Digestani (Ciudad de Buenos Aires, mención de honor) y Lola Ruffolo (Ciudad de Buenos Aires). Junto a ellos viajaron Patricia Fauring y Martín Mereb.
Bronce para el Politécnico
Estudiante de sexto año de la especialidad en informática del Poli, Matías Álvarez Oviedo participa desde chico en competencias de matemática.
En la primaria del Colegio Español comenzó a participar de las Olimpíadas Ñandú, que organiza la Fundación Olimpíada Matemática Argentina para chicos de 5°, 6° y 7° grado. "Cuando me tocó elegir secundaria quise ir al Poli, porque le da mucha importancia a eso, tiene un muy buen equipo entrenadores y suele llevar a chicos a la competencia nacional", dijo a La Capital cuando clasificó a la Olimpiada Internacional.
Pero la de Bath fue la primera vez que viajó al exterior para competir. En 2022 estuvo en la Olimpíada Rioplatense que se realiza en la Argentina y el año pasado fue campeón (del 3º nivel) en la Olimpíada Matemática Santafesina que se hizo en Rafaela. Regresar con una medalla de bronce tiene para Matías Álvarez Oviedo un sabor especial, ya que también representa su última competencia internacional.
Orgullo y emoción
La competencia internacional se desarrolló la semana pasada, con dos pruebas compuestas por tres problemas cada una. "Como siempre las pruebas son bastante difíciles, pero cuando saqué el bronce no era algo tan inesperado, porque vos vas sabiendo lo que hiciste en la prueba y más o menos tenés una idea de cómo te fue", contó el chico rosarino, para quien regresar con una medalla a la ciudad es "un orgullo muy grande y una emoción inmensa".
Pero el camino hacia esta competencia este año no fue sencillo. Desde hace 30 años los tickets de vuelo los cubre un fondo de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado creado mediante las resoluciones DR-405 (de 1989) y DR-682 (de 1999). Gracias a esta disposición, el Senado financia ocho pasajes "para los que resultaren seleccionados para participar en las Olimpíada Internacional de Matemática", mediante el "Premio a las Ciencias Matemáticas".
Sin embargo, a mediados de junio la Cámara Alta comunicó a los responsables de la Fundación OMA que este año "no hay plata" para cubrir esos pasajes, que estimaron en unos 20 millones de pesos. Esta situación hizo que la OMA (a cargo de la clasificación, entrenamiento y coordinación del equipo nacional) decidiera lazar a través de sus redes sociales una campaña solidaria y en una semana lograron juntar el dinero necesario para pagar los pasajes de avión al Reino Unido.
Por eso este domingo, cuando desde la OMA publicaron la noticia del logro de los chicos argentinos, agradecieron también "a todos los que colaboraron e hicieron posible que estuvieran allí". Y agregaron: "Entre todas las contribuciones, le han dado a la OMA uno de los reconocimientos más inesperados: sentimos que no estamos solos, que una gran comunidad apoya y comparte nuestro sueño de llegar a todos los rincones de la Argentina ofreciendo a los chicos la posibilidad de vislumbrar la belleza de la matemática y de medir sus propias aptitudes para reconocer los misterios que esta ofrece".