Pasados 20 años de la Carpa Blanca docente y como un déjà vu de la historia, en abril de 2017 los maestros y maestras de todo el país se hicieron presentes en la Plaza del Congreso para pelear por sus derechos laborales y en defensa de la educación pública nacional.
La historia volvió a repetirse y como en los 90, las políticas neoliberales volvieron a asestar un duro golpe al sistema educativo. El reclamo de los docente en esta oportunidad era el cumplimiento de las leyes de financiamiento y paritaria nacional, y el nombre dado al plan de lucha fue Escuela Itinerante.
La última respuesta dada por los maestros tenía forma de escuela y al igual que la Carpa Blanca se instaló frente al Congreso con el objetivo de visibilizar los reclamos de los y las trabajadoras de la educación de todo el país.
No fueron bienvenidos. El 9 de abril los docentes sufrieron una dura represión por parte de la policía de la Ciudad de Buenos Aires ante el intento de montar las instalaciones que darían forma a la escuela. La resistencia se hizo presente y contra viento y marea el 12 de abril la Escuela Itinerante abrió sus puertas a todos aquellos que quisieran conocerla. Charlas, debates, cuadros artísticos y visitantes ilustres tuvieron lugar en ese nuevo espacio de resistencia que luego se echaría a rodar por las distintas provincias.
El diario La Capital cubrió la medida gremial a través de varias publicaciones. Una de ellas fue la nota titulada “La escuela itinerante es furor en la Plaza Congreso” del 17 de abril de 2017, en la que el periodista Rodolfo Montes relataba la repercusión social del plan de lucha adoptado por las maestras y maestros de todo el país.
“Paritaria nacional docente, La escuela pública enseña, resiste y sueña, son las consignas principales inscriptas en el frente de la escuela simbólica. (...) La fila humana entra a la escuela, circula por el salón, se emociona entre afiches gremiales de las movilizaciones de marzo último, y también de la gesta de la Carpa Blanca contra las políticas del menemismo. En el salón de clases circulan ceremonialmente miles de argentinos, sacan fotos, dejan cartas de apoyo y siguen para que otros ingresen. La protesta creativa nació como escuela itinerante; y nació bajo la lluvia, los palos y el gas pimienta de la policía de la Ciudad de Buenos Aires, en la noche del otro domingo. Trastabilló, sobrevivió y al final se abrió”.
En ese momento los gremios docentes aseguraron que llevarían su reivindicación de viaje por todo el país. La promesa se hizo realidad y la primera posta de la Escuela Itinerante fue Formosa, para luego seguir camino por otras provincias. El 15 de junio de 2017 llegó a Rosario y se instaló en la Plaza Montenegro hasta el día 19, donde recibió a los rosarinos que quisieran visitarla.