Un camionero que en julio de 2007 fue condenado a 10 años y 8 meses de prisión por matar de un escopetazo a un chico al que sorprendió en su camión fue detenido tras permanecer dos años y medio prófugo y recién ahora comenzará a cumplir la pena.
Un camionero que en julio de 2007 fue condenado a 10 años y 8 meses de prisión por matar de un escopetazo a un chico al que sorprendió en su camión fue detenido tras permanecer dos años y medio prófugo y recién ahora comenzará a cumplir la pena.
Se trata de Abelardo Sergio Boja, quien mató a Martín Espinoza en la zona sur de Rosario en 2002, y luego atravesó en libertad un enredado trámite judicial hasta que la Cámara Penal valoró que no había actuado en legítima defensa y lo sentenció por homicidio simple.
Boja fue detenido por la policía el pasado sábado 2 de enero en la localidad de Andino. Siempre estuvo en libertad mientras se desarrolló el juicio. Pero cuando la Cámara Penal de Venado Tuerto lo condenó en 2007 y el fallo quedó firme nunca fue a notificarse. De modo que estuvo prófugo desde entonces, lo que fue denunciado por la agrupación Padres del Dolor en una protesta frente a Tribunales de diciembre de ese año.
"La noticia me provocó alegría y al mismo tiempo he llorado mucho. Todavía me parece mentira. Fue una emoción muy grande y tristeza a la vez. Fueron siete años y medio de lucha, sufrimiento y dolor, porque por más que el asesino esté detenido a mi hijo no lo tengo", dijo a LaCapital Nora Ojeda, madre del joven de 18 años ultimado el 11 de abril de 2002.
De todos modos, la mujer señaló que "la lucha no termina porque Boja está detenido en una comisaría de Rosario y corresponde que cumpla la pena en una cárcel". Señaló además que debe resolverse un recurso presentado por el camionero para que el caso sea revisado por la Corte Suprema de Justicia santafesina, que no se tramitó antes porque el imputado estaba en rebeldía.
Sobre el controvertido caso hubo dictámenes encontrados en distintas instancias judiciales. Para el último tribunal que intervino, la Cámara venadense, se trató de un crimen intencional que no puede ser justificado por la legítima defensa. Además, le impuso a Boja la obligación de pagar una indemnización de 130 mil pesos.
El tribunal de apelación revirtió así el fallo que un año antes había dictado el juez de Sentencia rosarino Julio Kesuani al evaluar que el chofer actuó con "exceso en la legítima defensa" e imponerle 4 años de cárcel.
Ese dictamen había sido apelado por la fiscalía y el abogado de la familia de la víctima, Carlos Varela, quienes entendían que el escopetazo disparado por Boja no fue defensivo sino inmotivado y desproporcionado, ya que no se acreditó que el joven fallecido llevara un arma.
Desde la reja. El homicidio ocurrió frente a la casa de Boja, en Vera Mujica al 3400. El chofer había estacionado en la vereda su camión Mercedes Benz 712, cargado con productos de almacén que debía repartir al día siguiente. El camionero contó que a las 22.40 escuchó ruidos en el camión y se acercó a una ventana con una escopeta calibre 16 que introdujo en la reja. Sobre la puerta derecha del vehículo, según dijo, observó a un muchacho armado. Y vio a otro en la parte trasera.
Boja primero dijo que disparó para defenderse de esas personas que estaban robando en su camión. Luego, que la detonación se produjo de modo accidental cuando la escopeta se enganchó en la reja. Esto fue descartado por una pericia balística. El estudio reveló que el tiro fue voluntario.
Los camaristas Gustavo García Méndez, Rodolfo Rosso y Marta Burrone de Juri concluyeron que no existió legítima defensa porque Boja no corría ningún peligro al producir el fatal disparo. Entendieron, en cambio, que el camionero tiró de un modo voluntario y sin haber recibido un ataque previo por parte de Espinoza, quien vivía cerca de su casa y que falleció por las múltiples perdigonadas que recibió en la ingle.
Los jueces evaluaron que el chofer no tuvo la intención directa de matar, pero que advirtió ese resultado como probable y de todos modos accionó el arma. Los jueces evaluaron como "muy probable" que el chico intentara sustraer algunos elementos de la cabina. Pero también consideraron que Boja tiró a resguardo, contra una persona que "no significaba un riesgo contra su integridad. Está demostrado que Boja fue víctima de un delito contra la propiedad, pero ello no lo autorizaba a disparar", concluyeron.
Por Pablo R. Procopio