Es un día mas en la agenda de Gerardo Martino en Barcelona. Un día en el que toca rueda de prensa previa al partido con Osasuna. Un día en el que el entrenador se sienta y enfrenta a las preguntas sin miedos y con argumentos. Hace calor en la reluciente Masia donde se entrena el primer equipo. El tiempo se parece mas a una primavera rosarina que a un otoño catalán. Martino sale a escena. Entre cámaras de televisión y flashes se sienta, y escucha. Luce un pantalón corto y una campera fina con los colores del Barcelona. Una treintena de periodistas comienzan el juego de las preguntas y las repreguntas. El Tata contesta una tras otras. Sin problemas. Con tranquilidad. Llegó el turno de La Capital. Y allí, cuando escucha el medio y ve al periodista, intuye que la pregunta no irá para el lado del Barcelona. El sabe interiormente que irá dirigida a miles de kilómetros de aquí. Hacia un partido que tiene en vilo a una ciudad. A un pueblo. A un país. El clásico de Rosario. El Central-Newells de mañana. Y responde. “El domingo será un gran día para la ciudad ya que se vuelve a jugar un clásico después de mucho tiempo. Es un día importante, muy importante para el fútbol rosarino” afirma el Tata con una mueca de sonrisa y nostalgia.
“La gente tiene que poder disfrutar del clásico. Sabemos con la alta intensidad que se vive en nuestra ciudad pero la gente lo debe vivir como una fiesta, disfrutar”, continuó el entrenador del Barcelona para luego remarcar. “Es una lástima que un clasico como este se juegue sin público visitante”.