El general Odlanier Mena se mató en su casa de un disparo en la cabeza. Gozaba de un permiso de salida de fin de semana de un penal castrense
El general Odlanier Mena se mató en su casa de un disparo en la cabeza. Gozaba de un permiso de salida de fin de semana de un penal castrense
El general retirado del ejército de Chile Odlanier Mena, uno de los ex jefes de la policía secreta que actuó durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), se suicidó de un disparo en la cabeza, confirmaron ayer fuentes oficiales. Mena, de 87 años, se mató en la mañana de ayer en su hogar del barrio capitalino de Las Condes, en momentos en los que gozaba del beneficio de salida de fin de semana del penal Cordillera, una lujosa cárcel que ocupaba junto a ex militares condenados por violaciones de derechos humanos.
El presidente Sebastián Piñera ordenó el jueves el cierre del establecimiento penitenciario tras considerar "los principios de igualdad ante la ley". Por tal razón, el general retirado Hernán Cortés Villa, uno de los creadores de la llamada "Fundación Pinochet", en honor al dictador, señaló esa medida como motivo del suicidio de Mena. "El único responsable es el presidente", dijo Villa tras considerar que Mena "fue un hombre injustamente condenado". El ex jefe castrense cumplía una pena de seis años de cárcel después de que la Justicia lo declarara culpable en 2009 del fusilamiento de tres dirigentes socialistas cuando él era, en tiempos de la dictadura, comandante del regimiento "Rancagua" de Arica, en el extremo norte del país, en el caso conocido como "Caravana de la Muerte".
Mena, que dirigió entre 1977 y 1980 la Central Nacional de Informaciones (CNI), organismo represor que sucedió a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta que lideró el también encarcelado general Manuel Contreras, había salido del penal el viernes y debía retornar la noche de hoy. Mena era el único de los diez ex militares que estaba beneficiado con salidas del penal.
Tanto Mena como Contreras, además de otros ocho ex jefes militares represores, iban a ser trasladados en cualquier momento a la cárcel de Punta Peuco, un penal especialmente habilitado en 2005 y situado a unos 40 kilómetros al norte de Santiago, para albergar a los militares encarcelados por violaciones a los derechos humanos, aunque sin los lujos del Cordillera.