A mediados de los años 90 comenzamos con nuestra Misión Franciscana “María Madre de la Esperanza” en Empalme Graneros, desde la Iglesia Católica y con el apoyo del Estado. A partir de allí, iniciamos un hermoso camino. Nuestra labor nos llevó a la creación de un centro comunitario que con el tiempo comenzó a dar forma a lo que hoy es un jardín de infantes para niños de tres y cuatro años, un comedor, talleres de oficios y de apoyo escolar, de capacitación en manualidades y costura, una biblioteca y asesoramiento jurídico. Ello, además de un centro de salud con atención odontológica y asistencia de psicopedagogas, junto con una amplia bolsa de trabajo como modo de apaciguar las carencias por las que atraviesan quienes menos tienen, y asegurarles salud, educación y formación necesaria para una vida digna en cumplimiento de sus derechos. Para la continuidad de la obra, el gobierno provincial, por ley de expropiación N° 12.176 del año 2003, donó una serie de lotes para el centro comunitario que pertenecían a una quiebra, y cuyo dominio era inexistente, y además se encontraban totalmente desocupados por tratarse del denominado “basural de Empalme”. Como es de público conocimiento, dichos terrenos fueron usurpados el pasado viernes 10 de mayo a las 15. Luego de la ocupación, las autoridades pertinentes decidieron el desalojo de dichos lotes, lo que llevó a un enfrentamiento totalmente ajeno a nuestra voluntad y al espíritu de nuestra obra. Ante tal acontecimiento, queremos solidarizarnos con los heridos y mostrar nuestro respeto para con los familiares, porque la violencia no forma parte de nuestra misión que aboga por la promoción humana y el crecimiento espiritual de las personas. Siguiendo nuestro carisma franciscano, de usar sólo el arma del amor y la entrega, creemos que es el Estado quien poniéndose al frente de la cuestión social, política y cultural, deberá resolver el conflicto, si considera que nuestra presencia en el barrio no es necesaria, y si esto también llegara a ser la voluntad de la mayoría de los que habitan la zona, sabremos dar un paso al costado y no continuar con la misión. Nada tenemos que e ver con la violencia que se generó entre los ocupantes y las autoridades. Deseamos que no se vuelvan a repetir y que vuelva la calma, la paz y la esperanza. Que la Patrona del barrio, María Madre de la Esperanza, interceda para que los vecinos vuelvan a relacionarse en paz, por el bien de sus hijos que frecuentan el centro comunitario. Dios bendiga a todos los que trabajamos con mucho amor infundiendo esperanzas a nuestros hermanos necesitados.
Hermana María Jordán y comisión directiva de la Asociación Franciscana María Madre de la Esperanza, y Centro Comunitario
El estado de la autopista
Esta nota va dirigida a los cientos de automovilistas que diariamente o semanalmente pagan 8 o más pesos en el peaje de la autopista Córdoba - Rosario a la altura de Carcarañá. Creo que la empresa Cincovial lo único que hace es emparchar la ruta, en especial el tramo que va hacia Rosario, que parece por tramos un rayador, con sus grietas y pozos que resultan ideales para probar llantas y neumáticos y llevarlos a alineación y balanceo. En la era menemista se crearon los peajes y, en teoría, las comisiones encargadas de su control, siendo una brillante entrada de dinero a toda hora y todos los dias del año. Pero como pasa el tiempo y siempre hacen parches en una zona donde hay tantos accidentes, se me ocurrió sugerir a Cincovial que, aparte del pago reglamentario, coloquen alcancías antes o después de las ventanillas del peaje y allí cada uno podrá dejar según su criterio o poder adquisitivo un aporte para ver si en un futuro no muy lejano pueden repavimentar la autopista hasta Rosario y marcar correctamente las líneas blancas en ambas manos de ese tramo. Se me ocurre esta idea porque me parece que con lo que le pagamos a los muchachos de Cincovial no les debe alcanzar para mantener en óptimas condiciones ese tramo de la autopista y que los encargardos de controlarlos puedan seguir viajando en avión.
Carlos A. González
DNI 6.562.105
Avivadas en un comercio
El viernes 10 de mayo fui a comprar un electrodoméstico a un conocido comercio de calle Mendoza al 2700. Después de buscar en otros lugares una marca de plancha específica y no conseguirla decidí probar suerte ahí. Además, sabía que en ese negocio el Banco Macro me hacía el reintegro del 15 % cuando llegara el resumen de mi tarjeta, o sea que me convenía más que comprarla en efectivo. La vendedora me pareció muy simpática. Incluso, recuerdo que le dije que era raro ver a una mujer en esos lugares ya que generalmente son hombres los que atienden. Sobre la compra de la plancha me asesoró bastante bien, y después de mostrarme dos modelos distintos de la misma marca, le solicité la que salía un poco menos, ya que ella misma me dijo que no había mayor diferencia entre una y otra. Los precios estaban bien a la vista. En ningún lugar decía que era un precio de contado y otro con tarjeta. Mi sorpresa fue cuando mi hice de la factura y el precio era mayor al que habíamos acordado. Sinceramente, en ese momento no se me ocurrió preguntar, ya que estaba con el tiempo justo y debía entregar el regalo en ese mismo momento. Pero cuando llegué a mi casa escribí a la sucursal donde me dijeron no sólo que la vendedora me había vendido la plancha más cara sino que además le había hecho un recargo. O sea que, en definitiva, cuando mi banco me hiciese el descuento, iba a terminar pagando lo mismo que decía el cartelito y no menos. La persona que contestó mi mail me pidió disculpas y me dijo que la vendedora era humana y que podía equivocarse. Sinceramente no le creí. Creo que fue una típica avivada argentina. Y tal fue mi bronca que no acepté lo que querían ofrecerme para enmendar el error. Directamente opté por no volver a ese local y por recomendarle a todos mis conocidos que tampoco lo hagan porque estafan a la gente.
Paola Fiscella
DNI 26.700.985
PPT, pensado por todos
Con esta sigla no me refiero al programa “Periodismo para todos”, simplemente éste es una reivindicación de lo que es: “pensado por todos”. Pareciera que al gobierno lo moviliza y reacciona con los “alcahuetes mediáticos” y no con las concentraciones que hubo en distintas partes del país y del mundo, de argentinos clamando con un no a la corrupción y Justicia independiente. Hay quienes solicitan que estos temas no se mediaticen y que sean llevados a la Justicia, cosa que comparto, pero me pregunto qué Justicia. ¿La de Oyarbide? Cuando hay mentiras de por medio (Indec, por ejemplo), la gente se desorienta y empieza a buscar versiones acordes con la realidad. ¿Es ahora que se critica al parricida asociado con Hebe de Bonafini, cuando en su momento se los autorizó tácitamente a que metieran la mano en la lata, conociendo de antemano sus antecedentes? Como él puedo citar muchos de los “avalados” por el gobierno, que con su patoterismo tratan de esconder bajo la alfombra los desaciertos gubernamentales. Si uno denuncia un hecho de corrupción no es un alcahuete, quizás, es un “Chapulín Colorado” (del cual “no contaban con su astucia”). Es de esperar que estos temas sean tomados con seriedad por fiscales, pero que los dejen trabajar y no sean amenazados de muerte. “Tres clases hay de ignorancia: no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe y saber lo que no debiera saberse.”
François de la Rochefoucauld (1613-1680), escritor francés.
Silvia Buonamico
Por la plaza Homero Manzi
Estimada intendenta, usted suele decir en sus discursos: “Hemos logrado recuperar espacios públicos”. Hace más de 11 años que los vecinos de zona sur le están pidiendo a usted y a su antecesor que se recupere la plaza Homero Manzi, de calle Salvá al 5900, entre Rui Barboza y Láinez. Pero, obvio, como es de zona sur, la cosa no interesa mucho. Realmente se ha desbordado totalmente esa plaza, donde hoy se observan entre 800 y 1.000 puestos de venta por cada día de fin de semana o feriados. Esos días son imposibles. Es que los visitantes a esa cantidad de puestos, que se estima en 3.000 o 4.000 personas, deambulan, compran, venden, comen, hacen sus necesidades donde pueden, invaden veredas de los vecinos a título de restaurantes en el piso, dejan todo tipo de restos de comidas o usan las mismas como estacionamiento de motos y bicicletas, tapando nuestras salidas de garaje o incluso hasta las mismas puertas de los domicilios. Han destruido totalmente una plaza pública. No hay más césped, ni senderos. Los árboles se van secando ante la agresión de quienes clavan clavos para colgar sus productos o sogas para armar improvisadas carpas con mediasombras. Los vecinos rogamos al cielo para que los fines de semana llueva y tengamos algo de tranquilidad. ¡A lo que hemos llegado! Todo esto sin contar que la mercadería en venta es totalmente “trucha”, robada o de dudosa procedencia y los alimentos sin cadena de frío. Se han detectado hasta armas en venta y chalecos antibalas o machetes pertenecientes a la policía. Existe una cadena de producción de papas fritas (al menos ocho puestos distintos) donde el olor a rancio de las frituras denota que nunca se cambia ese aceite, o al menos si lo cambian tiran el aceite viejo en la tierra de la plaza. Nunca más crecerá algo vegetal en esos sectores. Señora intendenta, hacemos un llamado a su buena voluntad. No dé vuelta la cara a esta situación. Convoque a las autoridades municipales para erradicar esta irregularidad. Los vecinos estamos enfermos al ver este destrozo, esta despreocupación por el prójimo y la naturaleza, por la desvalorización de nuestro patrimonio privado y público. No nos podemos mudar porque nadie compra una propiedad con semejante cuadro. Las pocas veces que la GUM asiste, no hace nada. En el Distrito Sur todos saben de este problema, pero nadie se anima a intervenir. Ni siquiera los concejales que nos han visitado se animan a hacer algo. Por favor, haga algo.
Vecinos de la Plaza Homero Manzi
Los sueños imposibles
El martes 14 de mayo asistimos admirados al Instituto Nacional de Estudios Históricos y Sociales “Juan Domingo Perón”, de calle Austria 2601 de Capital Federal, que está ubicado en el predio de dos manzanas que ocupaba la que fuera residencia presidencial en el palacio Alzaga Unzué, en Libertador y Austria. Esta hermosa construcción histórica fue demolida por el odio de la llamada “Revolución Libertadora”, que pretendió vanamente que el pueblo argentino olvidara a Evita. El instituto, de importante labor académica, está ubicado en la que fuera la residencia del mayordomo del predio y fue totalmente restaurada, ya que estaba en ruinas. En el primer piso están las instalaciones administrativas y de trabajo, lugar en el que hubo en 1952 una sala de terapia intensiva montada para Evita. En otro sector, en lo que eran las cocheras, existe la posibilidad de “tomar un café con Perón”. Sí , hay un bar y en una de sus sillas una magnífica reproducción en cera de Perón, que está tomando un café, y uno se puede sentar junto a él y sacarse una foto. Esta magnífica obra tiene un mentor incansable, Lorenzo Pepe, histórico luchador sindical y político, militante de fierro, que creyó y realizó un sueño imposible.
Beti Toni, José Aguilar, Juan Raimondi y Oscar Canepa