El ministro de Seguridad de Córdoba, Alejo Paredes, y el jefe de policía, Ramón Frías, presentaron ayer a la tarde la renuncia "indeclinable" al gobernador José Manuel de la Sota en medio de la crisis por la investigación judicial sobre vínculos entre jefes de esa repartición y narcotraficantes.
Según la Gobernación cordobesa, las dimisiones, son consecuencia de la detención de los policías de Drogas Peligrosas, que están siendo investigados por su presunta vinculación con narcotraficantes.
Hasta el momento son ocho los policías imputados por el fiscal federal Enrique Senestrari por la presunta vinculación con narcotraficantes, ya que a los cinco que se encuentran detenidos, se sumaron en las últimas horas otros tres efectivos.
Frías sostuvo que su renuncia la elevó con "carácter de indeclinable", para "no permitir que se intente afectar la acción gubernamental", en tanto en términos similares se expresó el ministro de Seguridad, Paredes.
Asimismo se informó que la cartera de Seguridad será ocupada provisoriamente por el jefe de Gabinete, Oscar González.
En los últimos días, en medio del escándalo, Paredes y Frías se habían mostrado juntos durante el secuestro de una avioneta con marihuana. Paredes incluso estuvo a cargo del operativo de seguridad durante los incendios en la provincia.
Las renuncias se conocen poco después de que el fiscal Senestrari imputara a otro ex jefe de Lucha contra el Narcotráfico, Mario Nieto, por delitos vinculados a supuestas irregularidades que se vendrían cometiendo desde 2010 en el área.
Por el caso, además, fueron imputadas otras dos personas aún no identificadas que, según dijeron fuentes judiciales, serían policías del área de Robos y Hurtos vinculados al secuestro de uno de los dueños del boliche Palmira del Cerro de las Rosas, en el que el principal implicado es el ahora licenciado jefe de Lucha contra el Narcotráfico, Rafael Sosa, quien desde el jueves está detenido en la cárcel de Bouwer, junto a otros cuatro policías del área.
El escándalo que le cuesta el cargo a Frías y a Paredes días comenzó con la declaración como "arrepentido" ante la Justicia Federal de Juan "el Francés" Viarnes, un ex convicto que actuaba como informante o agente encubierto ilegal en operativos antidrogas.
La justicia allanó en los últimos días tanto la Central de Policía, secuestrándose droga sin clasificar, al menos un arma con numeración limada y hasta una suerte de celda clandestina en las oficinas de la División Drogas Peligrosas.