"La Justicia de Bahía Blanca nos puso al tanto de la investigación realizada y nos exhibió el exorto por el cual se ordenaba allanar mdeterminados sectores de la cárcel de Coronda, por lo tanto se prestó toda la colaboración posible para que la medida pueda concretarse sin contratiempos". La frase corresponde a Pablo Cococcioni, director del Servicio Penitenciario (SP) santafesino, y se refiere al procedimiento que la mañana del viernes se hizo en el mayor penal de la provincia para desarticular una banda de estafadores integrada por tres internos que operaba desde el interior del presidio. En ese marco, el funcionario dijo que "no se abrió ningún tipo de actuación administrativa por parte de la provincia porque por el momento no se cuenta con elementos para ello", aunque no descartó que "se realice más adelante si esos elementos aparecen".
Lo cierto es que tal lo publicado por este diario en su edición de ayer, el viernes y tras una investigación de siete meses conducida por el fiscal bahiense Rubén Alvarez, fueron allanados el estudios de la FM que opera desde la cárcel de Coronda y las celdas de los presos Gabriel Abramor, Federico Ramallo y Marcelo Burgos, quienes quedaron imputados de estafas reiteradas y asociación ilícita.
La maniobra. De acuerdo a la pesquisa, esos tres hombres utilizaban la computadora de la radio y teléfonos celulares que les secuestraron para perpetrar la estafa. La maniobra "consistía básicamente en hacerle creer a la gente a la que llamaban que había ganado un premio de Movistar y le exigían que depositen una suma de dinero que oscilaba entre los 200 y los 8 mil pesos para gastos de envío o patentamiento en el caso de haber ganado un auto, dinero que quedaba en su poder", explicó el fiscal.
En ese marco, los estafadores "habían creado una página web sobre un «megaconcurso», muy bien armada con fotos, y que daba la posibilidad de retirar los premios en Capital Federal. Pero como la gente era del interior prefería pagar los gastos", explicó el funcionario judicial.
Los pagos, en tanto, "se efectuaban a través de distintas páginas de Internet y el dinero era cobrado por los familiares de los presos". El fiscal general bahiense sostuvo que la banda llegó a enviar hasta 2 mil mensajes por semana, por lo que los damnificados pueden ser cientos o miles de usuarios.
Sin elementos. Consultado por La Capital, el director del SP dijo que "el mismo viernes la Justicia de Bahía Blanca nos impuso de la investigación y se habilitaron los mecanismos para que lleven adelante la medida". Pero aclaró que "todo lo secuestrado fue llevado a Bahía Blanca, por lo que aquí no quedó elemento alguno para poder avanzar en algún tipo de investigación propia o sumario contra el personal". En ese orden trascendió que se incautaron la computadora del estudio radial, un CD, cinco chips, teléfonos y un pen drive.
Sobre los tres presos involucrados, Cococcioni dijo que "son personas de buena conducta, presas por delitos contra la propiedad y quien operaba la radio FM de la cárcel (Ramallo) ya estaba en fase de confianza por lo que trabajaba en la radio".