Un empleado frigorífico que hacía changas como cadete para una hamburguesería de Villa Gobernador Gálvez fue asesinado la tarde del domingo en un ataque a tiros contra el local. Según la información preliminar, el hombre de 45 años había llegado momentos antes para empezar a llevar pedidos cuando pasaron los agresores en un vehículo —testigos sindicaron una camioneta blanca— similar a uno que apareció incendiado minutos más tarde. Familiares y allegados a la víctima, Hugo Orlando Villán, comentaron que el comercio para el cual trabajaba estaba siendo extorsionado, información confirmada por fuentes policiales que será tenida en cuenta por la investigación a cargo del fiscal Adrián Spelta.
Fuentes de la Fiscalía Regional señalaron que el crimen de ocurrió a las 19.45 del domingo en Piazza al 400 de Villa Gobernador Gálvez. Esa versión pone en escena a “al menos una persona” que disparó desde un vehículo, aunque testigos que vieron a más ocupantes en el rodado. El cadete recibió varios balazos, entre ellos uno en el cráneo que le provocó la muerte antes de llegar al Hospital Gamen, adonde era llevado en un auto particular.
Según fuentes judiciales consultadas el fiscal ordenó las primeras medidas como el relevamiento de la escena, levantamiento de rastros y la toma de testimonios. En ese sentido se constataron impactos de bala en el frente del local y se secuestraron más de 15 vainas servidas.
En ese marco, mientras se trabajaba en la escena se supo que en Marcos Paz y Fray Justo Santa María de Oro se estaba incendiando un vehículo similar al descripto por testigos del homicidio. Cuando llegaron los uniformados constataron que ya estaba quemado, pero se peritará para establecer si hay elementos que lo vinculen con la mortal balacera.
Laburante
Según comentaron a medios televisivos familiares y allegados de Villán concentrados ayer al mediodía a modo de protesta en la plaza A la Madre, el repartidor tenía cuatro hijos de entre 2 y 9 años y era empleado del Frigorífico Paladini, donde solía comenzar bien temprano a la mañana. Pero desde hacía unos seis meses, y con el objetivo de terminar una obra de refacción en su casa, estaba trabajando como repartidor de pedidos para la hamburguesería Burguer House de Piazza al 400.
Luego del ataque del domingo allegados al cadete indicaron que los dueños del comercio venían siendo extorsionados desde hacía tiempo pero que nunca se los advirtieron. Al parecer meses atrás les dejaron un mensaje exigiéndoles de 2 millones de pesos. También señalaron que los comerciantes habían pagado pero que este mes no lo habían hecho y eso habría motivado la balacera como gesto de amedrentamiento. Esa situación fue confirmada por voceros policiales aunque sin entrar en detalles acerca de montos exigidos o pagados.
En ese marco también se comentaba ayer que los cadetes habrían sido alertados de esa situación por personal de cocina para que esperaran los pedidos a repartir en la vereda de enfrente del local. Pero como Villán había ido a la iglesia con su familia, se demoró un poco al llegar. Finalmente cuando arribó fue a reportarse, justo pasaron disparando desde la camioneta y quedó en el medio de las balas que ingresaron por una ventana mientras el resto de los cadetes corría e intentaba guarecerse de los tiros.