El conflicto agropecuario fue el disparador de una nueva realidad electoral que
finalizó con la derrota del kirchnerismo y una cosecha de 14 legisladores, quienes aunque por
diferentes partidos de la oposición llegaron a sus bancas como "representantes del campo". Es
bastante claro que la modificación de las retenciones, con sus diferentes versiones, será un eje
aglutinante de este inédito bloque parlamentario. Pero frente a un mundo de problemas un poco más
extensos que los derechos de exportación, la incógnita es cómo operará este entramado parlamentario
frente al resto de la agenda, tanto agropecuaria como extra sectorial, a partir del 10 de diciembre
próximo.
La matemática de la comisión de seguimiento electoral de la mesa de enlace, concluyó que el
triunfo del 28 de junio excede la larga docena de agrolegisladores conseguidos. Ese razonamiento
quiere que los partidos y candidatos que apoyaron las propuestas del campo obtuvieron el apoyo del
58,8% del electorado, frente al 32,1% de las listas que apoyaron las políticas del gobierno.
Quizás sea un exceso de optimismo, pero por lo pronto, sentaron en el Congreso —que tendrá
un rol clave en esta etapa— a Gumersindo Alonso (Córdoba), Estela Garnero (Córdoba), Lucio
Aspiazu (Corrientes), Pablo Orsolini (Chaco), Jorge Benedetti (Entre Ríos), Hilma Ré (Entre Ríos),
Jorge Chemes (Entre Ríos), Ulises Forte (La Pampa), Eduardo Kirstensen (Neuquén), Ricardo Buryaile
(Formosa), Julio César Martínez (La Rioja), Juan Casañas (Tucumán), y Alfredo Olmedo (Salta).
Además, ingresó al Senado de la Nación Josefina Meabe de Mathó (Corrientes).
Jorge Solmi, diputado electo por Unión Pro y director de la filial
Pergamino de Federación Agraria Argentina (FAA), leyó el resultado electoral como un producto del
conflicto rural. "A pesar del mensaje del Ejecutivo, ese conflicto no fue por unos puntos de
retenciones y el sector atraviesa gravísimos problemas", señaló. El malestar sectorial, opinó,
elevó la calidad de la participación política del agro a una escala institucional.
"La resolución 125 derramó el vaso y provocó que se generalizara la
movilización en el interior, se multiplicaron las asambleas, se sumaron otros sectores y se dio una
mayor participación política de la dirigencia", agregó.
Para Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva
Mayoría, la movilización de 2008 convirtió al campo en "un factor clave para la derrota del
oficialismo". La consecuencia es que el sector contará con un número de "legisladores propios" que
no tiene precedentes en las últimas décadas pero, a su vez, articulará con una oposición "que salió
fortalecida" y que "viene asumiendo una posición a las posiciones del campo desde el conflicto de
2008".
"No se han escuchado muchas propuestas para el campo durante la campaña
electoral, porque en general la oposición ha optado por apoyar los reclamos del campo, pero también
es cierto que han estado ausentes las propuestas respecto a todos los grandes temas de largo
plazo", señaló.
La agenda que despunta en este sector involucra temas generales y
sectoriales. A tono con la movida opositora, tendrán en la mira el recorte de los superpoderes al
Ejecutivo y la modificación en la distribución de recursos de la Nación y las provincias. En el
tema específico, el cambio en las retenciones es prioridad. El cómo es una incógnita, ya que
algunos proponen la segmentación por categoría de productor y otros la eliminación total.
El recorte de poderes a la Oficina de Control Comercial Agropecuario
(Oncca) también sobrevuela el imaginario agrolegislativo.
"Lo primero sería actuar para eliminar los superpoderes del gobierno,
reinstalar el federalismo y generar una coparticipación participativa, empezando por el impuesto al
cheque", opinó Jorge Chemes, diputado electo entrerriano por el Acuerdo Cívico y Social (ACyS).
Desde su punto de vista, a las retenciones "hay que equilibrarlas o regularlas", mientras que
también se debe buscar "un sistema de financiación para el productor agropecuario" y salvar a la
ganadería y la lechería, que "hoy están descapitalizadas".
Ricardo Buryaile, el vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas
(CRA) que llegó al congreso con la lista formoseña del ACyS, lleva la consigna de limitar
superpoderes, revisar la conformación del Consejo de la Magistratura, discutir una ley de
coparticipación federal y regionalizar el sistema tributario.
Pablo Orsolini, vicepresidente de FAA y diputado electo por ACyS en Chaco,
aseguró que impulsará los viejos proyectos que promociona la institución, muchos de ellos
sepultados en las épocas de amplia mayoría parlamentaria oficialista, como la ley de arrendamiento
o la que limita la extranjerización de la tierra. "Hay temas que peleamos desde hace mucho tiempo y
ahora tenemos un espacio para hacerlo, el instituto lácteo o el plan ganadero, son otras cuestiones
a tratar", dijo.
Agenda divergente
Más allá de las retenciones, proyectos como la ley de arrendamientos o la
limitación de la extranjerización de la tierra no tienen consenso absoluto en la mesa de enlace y,
de ser tomados en serio, podrían ser eje de novedosas alianzas legislativas.
Por otro lado, si bien los futuros legisladores reconocen que hay
cuestiones profundas como la salud, la educación y la vivienda, que hay que atender, su
conocimiento del campo los condiciona a la hora de plantear proyectos.
"Pretendemos un diálogo con el gobierno, y esta es una manera", afirmó
Orsolini. Para Cheme, de Entre Ríos, "es muy importante el período que se abre ya que el sector
productivo deja de ser espectador y pasa a ser protagonista".