La moda parisina perdió a uno de sus grandes nombres: Christian Lacroix abandonará la moda después de que un tribunal de París aprobara ayer un plan de saneamiento para la casa de moda que se había declarado insolvente a fines de mayo. De los 120 empleados quedarán apenas 11, que se harán cargo del negocio de los accesorios y perfumes. Lacroix perdió en 2008 unos diez millones de euros. La casa factura 30 millones de euros. En 2009, los números fueron peores. Lacroix había fundado la firma en 1987 con ayuda de Bernard Arnault. Luego, fue el jefe de la empresa de productos de lujo LVMH Moët-Hennessy Louis Vuitton quien inyectó durante años dinero para las creaciones de su amigo. l (DPA)