Fui alumna durante tres años de un taller de tango que funcionaba en el Distrito Sudoeste, en el marco del programa Presupuesto Participativo de la Municipalidad. Durante todo el 2008 trabajamos mucho, a la vez que produjimos a partir de dicha danza. Esto nos sirvió para tener un momento de recreación y de acercamiento a la cultura, lo cual para nosotros es un tanto difícil ya que en el barrio no tenemos fácil acceso a este tipo de talleres. Al finalizar el año se realizó una votación entre los vecinos para decidir en qué se invertiría el presupuesto en 2009. Los talleres culturales salieron beneficiados, dentro de los cuales estaba el de tango. Estos comenzaron a funcionar este año, sólo que lo hicieron meses más tarde de lo estipulado. Sin embargo, cuando fui a anotarme por cuarto año consecutivo a mis clases de tango, me entero que mi taller es uno de los que tiránicamente decidieron cerrar, sin importarles a nuestros funcionarios la decisión y la votación de los vecinos, que se tomaron el tiempo y el trabajo de ir a votar sobre el Presupuesto. En definitiva siempre es el barrio el perjudicado por internas políticas, que jamás nos benefician en nada, sino todo lo contrario. Y una vez más, la cultura y el arte quedan relegados y al alcance de unos pocos.