La Justicia condenó al Estado de Mendoza a pagar una indemnización de 715 mil
pesos por daño moral más intereses, a una mujer, gemela de otra, y a sus padres biológicos, a los
que les fue arrebatada al nacer en un hospital y entregada a otro matrimonio, hace casi 35
años.
Se trata de Marta Liliana Chevrete, nacida el 28 de abril de 1974 en la
maternidad del Hospital Emilio Civit de la capital mendocina, y de sus padres biológicos Román
Chilote e Irma del Valle Falcón.
Al nacer, Marta les fue arrebatada a sus padres, a quienes en la maternidad les
dieron una sola gemela, Pabla Mariana Chilote, y a cambio de la otra les entregaron el cadáver de
una niña nacida ese mismo día, bajo la excusa de que esa hija había muerto tras el parto.
La demanda, de la que no se tienen antecedentes en el país, comenzó 30 años
después, luego de que ambas gemelas se encontraran en una tienda céntrica y se notaran
idénticas.
Un examen de ADN confirmó más tarde que eran hermanas y con estas pruebas en la
mano la jueza del Decimoquinto Juzgado Civil, María Mercedes Herrera, condenó al Estado provincial
a abonar 715 mil pesos en concepto de indemnización e intereses a Marta Liliana Chevrete y a sus
padres biológicos, Román Chilote e Irma del Valle Falcón.
Les dieron sólo una. El 28 de abril de 1974 Irma había dado a luz en la
maternidad del Hospital Civit a dos gemelas, pero sólo le entregaron a una, a la que llamó Pabla
Mariana Chilote.
A cambio de la otra hija, la madre recibió el cadáver de una niña ajena, nacida
ese día.
Esa niña fue sepultada al día siguiente como Viviana Pabla Chilote en el
cementerio del departamento agrícola de Junín, ubicado a unos 50 kilómetros al este de la ciudad de
Mendoza.
"La jueza Herrera determinó el pago de 100 mil pesos para la gemela que fue
separada de su familia y de 80 mil pesos a cada uno de sus padres biológicos, pero con los
intereses por los casi 35 años transcurridos, que suman 455 mil pesos, se llega a un total de 715
mil pesos, explicó Marcelo D’Agostino, abogado de Marta Liliana Chevrete.
D’Agostino sostuvo que "no hay antecedentes en la Justicia del país de un
fallo de estas características en el que después de 30 años se encuentran dos hermanas gemelas y
llevan adelante una causa judicial por haberlas separado cuando nacieron". El encuentro entre Marta
Liliana Chevrete y Pabla Mariana Chilote se dio por casualidad en 2004 en una tienda céntrica de la
ciudad de Mendoza, mientras ambas se probaban ropa.
Sorprendidas al verse como a sí mismas frente a un espejo, comenzaron a hablar y
a preguntarse, con lo que llegaron al primer dato curioso: ambas habían nacido el mismo día, en la
misma maternidad del Hospital Civit. A esto se sumó que Marta Liliana Chevrete sabía que era
adoptada, así que las dos mujeres decidieron realizarse estudios de ADN y estos resultaron
positivos, lo que dio lugar a la demanda.
Herida interior. "No existe importe de dinero que pueda curar el daño moral y mi
herida interior que llevaré de por vida por esta separación", dijo Marta Liliana Chevrete.
En cuanto a su hermana gemela, Pabla Mariana Chilote, Marta manifestó: "Nos
mantenemos comunicadas, pero prefiero no hablar sobre ella porque asumí el compromiso de no
hacerlo".
"Actualmente trabajo de empleada doméstica, pero vengo trabajando desde muy
chica, de toda la vida. A los seis años vendía orégano en la puerta de los supermercados y ayudaba
a mis padres adoptivos, Justa Amaya, de 83 años, y Antonio Chevrete, que ya falleció", explicó.
Casada, madre de tres hijos y actual sostén de su madre adoptiva, Marta Liliana
Chevrete vive hoy en el barrio San Martín, al oeste de la ciudad de Mendoza, y admitió que "la
indemnización será sumamente importante para que mis tres hijos de 13, ocho y tres años, mi esposo,
mi mamá adoptiva y yo podamos tener al fin una casa propia".