Gaza/Jerusalén. — Israel bombardeó ayer decenas de blancos en Gaza y dijo que aunque estaba preparada para lanzar una ofensiva terrestre, prefería una solución diplomática que pusiera fin al lanzamiento de cohetes palestinos desde el enclave. En El Cairo se desarrollan intensas negociaciones en busca de un cese del fuego.
Egipto, que está mediando entre ambas partes, dijo que podría estar cerca de un acuerdo, pero hacia el final de la jornada no se había puesto fin a los intercambios de cohetes y bombas iniciados hace seis días. A la noche, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, abordaba los próximos pasos a dar con su gabinete.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó a su par egipcio, Mohamed Morsi, que ha estado intentando utilizar su influencia sobre Hamas, el grupo islamista que gobierna Gaza, para lograr una tregua. Obama "subrayó la necesidad de que Hamas termine con los ataques con cohetes", dijo la Casa Blanca.
El líder de Hamas, Khaled Meshaal, hablando desde El Cairo, afirmó en cambio que depende sólo de Israel poner fin al nuevo conflicto dado que fue el Estado judío el que lo comenzó el miércoles pasado. Israel replica que sus ataques tienen como objetivo detener los lanzamientos de cohetes desde Gaza, los que comenzaron el sábado anterior a su ofensiva.
Los ataques israelíes durante el sexto día de enfrentamientos elevaron el número de palestinos muertos a 106. Al menos 24 serían niños, dijo Hamas.
Milicianos en la Franja de Gaza dispararon ayer 110 cohetes contra el sur de Israel, sin dejar lesionados, declaró la policía. Muchos de esos cohetes fueron interceptados por la defensa antiaérea israelí.
Por segundo día consecutivo, misiles israelíes impactaron un edificio en la ciudad de Gaza que alberga a medios de comunicación, tanto palestinos como internacionales. Dos personas murieron, una de ellas un alto jefe de la Yihad Islámica, una facción armada que responde a Irán.
Meshaal, líder de Hamas en el exilio, dijo que era posible una tregua, pero que el grupo islamista no acepta las exigencias israelíes y que quería que Israel detuviera sus ataques primero y levantara su bloqueo de Gaza. "Quien ha comenzado la guerra debe terminarla", manifestó, y agregó que Netanyahu —que enfrentará una elección en enero— había pedido una tregua, afirmación que fue negada por un funcionario israelí de alto rango. Meshaal dijo que Netanyahu temía las consecuencias domésticas de una "guerra terrestre" como la que lanzó Israel hace cuatro años. " Funcionarios israelíes desestimaron estas afirmaciones, que ocultan, según dijeron, la preocupación por el número de bajas y la destrucción de la infraestructura militar que sufre Hamas con cada nuevo día de ofensiva.
Aunque un 84 por ciento de los israelíes respalda la ofensiva contra Gaza, según un sondeo del periódico israelí Haaretz, sólo un 30 por ciento desea una invasión terrestre.
"Israel está preparada, ha tomado medidas y está lista para una incursión terrestre", comentó a la agencia Reuters un alto funcionario de Netanyahu. "Preferiríamos ver una solución diplomática. Pero si la diplomacia falla, podríamos no tener otra alternativa que enviar fuerzas terrestres", agregó.
"Creo que estamos cerca, pero la naturaleza de este tipo de negociación significa que es muy difícil de predecir", declaró el primer ministro egipcio, Hisham Kandil. Una señal clara de que hay negociaciones es que una delegación no oficial israelí se encuentra en El Cairo.
En tanto, Rusia acusó a Estados Unidos de bloquear un intento del Consejo de Seguridad de la ONU para condenar el conflicto en Gaza.
Iniciativa argentina. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, intervino en las negociaciones del Consejo de Seguridad, del que Argentina es miembro rotativo desde hace poco. En una carta enviada al presidente del Consejo de Seguridad, Cristina solicitó que "convoque en forma urgente a una sesión" para que se "ponga fin a esta ronda de violencia que fortalece a quienes desean impedir la creación de un Estado palestino que conviva en paz con el Estado de Israel". En otra carta, enviada a los países de la Unasur, Fernández de Kirchner exhorta a sus mandatarios a que apoyen un pedido del bloque para que el Consejo de Seguridad de la ONU termine con la escalada de violencia.