Los restos del obispo de La Rioja Enrique Angelelli fueron exhumados y sometidos a una necropsia para determinar si fue asesinado a golpes el 4 de agosto de 1976.
Los restos del obispo de La Rioja Enrique Angelelli fueron exhumados y sometidos a una necropsia para determinar si fue asesinado a golpes el 4 de agosto de 1976.
Personal de Defensa Civil, con la custodia de la Gendarmería y la policía riojana, abrió la cripta situada en la iglesia Catedral, donde reposan los restos de Angelelli.
El estudio de los restos pretende determinar qué tipo de lesiones presenta el cadáver y si fueron consecuencia de un accidente automovilístico, que fue la versión oficial durante la última dictadura, o se trató de un asesinato. Según el fiscal Darío Illanes, que pidió la necropsia, sus resultados estarían disponibles "dentro de una o dos semanas".
Minutos después de las 23 de anteanoche, con la cripta abierta y en un procedimiento fiscalizado por el juez federal Daniel Herrera Piedrabuena, se pudo corroborar que el ataúd se hallaba con signos de deterioro por el paso del tiempo.
La cripta está a la derecha de la nave central y del altar mayor. Es un pequeño recinto previo a donde está el Santísimo y muchísimos fieles pasan por allí para tocar la piedra de Angelelli y sentirse bendecidos. Poco antes de las 7.30 de ayer, el cuerpo del prelado fue trasladado a la Morgue Judicial, situada en el barrio Hospital de la capital provincial. Allí, los peritos forenses de la Corte Suprema de Justicia, Luis Bossio, Fernando Trezza y Víctor Cohen, realizaban la necropsia sobre los restos.
Luego el cuerpo de Angelelli volverá a la Catedral. El traslado se realizó a la tarde y, a las 20, el obispo Roberto Rodríguez oficiará una misa junto a casi todos los sacerdotes de iglesias riojanas.
Los resultados de las pericias están previstos para dentro de dos semanas. El juzgado federal a cargo de Herrera Piedrabuena, por pedido del fiscal Darío Illanez, quiere saber si es posible determinar las causales del deceso del obispo.
Perseguido. Angelelli falleció a los 53 años cuando se dirigía desde la localidad de Chamical hacia la capital provincial, al volcar la camioneta en la que viajaba y, al parecer, conducía.
Varios testigos dijeron que el cráneo del obispo presenta un golpe que habría sido aplicado con un objeto contundente, luego de que otro auto obstaculizara su camino y causara el vuelco. Angelelli fue encontrado tirado en medio de la ruta, con los brazos en cruz, a metros de su camioneta, mientras volvía de Chamical, donde unos días antes un comando de la dictadura había secuestrado, torturado y asesinado a los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, que trabajaban con Angelelli. (Télam)