Estiman que Arduvino fue asesinado con dos armas
Los médicos forenses que realizaron las pericias de las heridas que sufrió Andrés Lepe Arduvino, el joven de 23 años que murió en un ataque que se produjo dentro del estudio del abogado Fabián Casarini, valoraron que, por las características de las lesiones, las mismas fueron ocasionadas con más de un arma.
Los médicos forenses que realizaron las pericias de las heridas que sufrió Andrés Lepe Arduvino, el joven de 23 años que murió en un ataque que se produjo dentro del estudio del abogado Fabián Casarini, valoraron que, por las características de las lesiones, las mismas fueron ocasionadas con más de un arma. En ese sentido, los médicos Víctor Frigeri y Guillermo Alonso ponderaron que las heridas pudieron haber sido provocadas por un elemento punzante y otro de punta roma, es decir con una terminación obtusa.
La conclusión de los peritos fue anunciada por Marcos Cella, el abogado que representa a los familiares del muchacho fallecido. El profesional también señaló que todos los archivos de la computadora del abogado Casarini estaban "vacíos o fueron borrados". Al respecto, la fiscal Cristina Herrera ya había advertido en una inspección al sitio donde se cometió el crimen que del inmueble faltaban algunos objetos que en la primera requisa a la vivienda sí estaban.
Se trató de una computadora portátil, un celular y un par de zapatillas que fueron fotografiados por los peritos policiales que ingresaron al domicilio apenas conocido el homicidio. Esos objetos fueron retirados por el abogado, quien los restituyó luego de que la jueza Mónica Lamperti le impusiera dos horas de plazo para hacerlo.
Ante esas y otras pruebas, el 27 de abril la fiscal Cristina Herrera solicitó a la jueza que ordene la detención del abogado Fabián Casarini. La representante del Ministerio Público basó su pedido en la "peligrosidad procesal" del imputado que, a su entender, "entorpeció la investigación y modificó elementos de la escena del crimen".
Ayer se cumplió un mes del hecho y todavía la jueza Lamperti no se pronunció sobre el requerimiento de la fiscal ni sobre la situación procesal de Casarini. Por eso, allegados a Arduvino protestaron cortando la calle frente a Tribunales para pedir la concreción de medidas.
Versiones contrapuestas. A las 2.30 del 8 de abril, Arduvino caminaba con su concubina Marcela S. por avenida Pellegrini. El muchacho le dijo a su compañera que iba a pasar por un edificio de Montevideo 1629 a ver una persona que vivía allí. A partir de ese momento lo que se conoce del hecho —la muerte de arduvino con nueve puñaladas inferidas por Casarini— tiene dos relatos opuestos.
Casarini relató que no conocía a Arduvino. Que estaba durmiendo en su casa ubicada en la planta baja de ese edificio, en la cual también tiene su estudio jurídico, y que se despertó al escuchar ruidos. Que se levantó y al llegar a su estudio se topó con un intruso revisando los cajones. Hubo una pelea y Casarini le sacó a Arduvino un cuchillo que portaba. Que en la lucha apuñaló a Arduvino y que éste huyó por una ventana del estudio. Para el abogado, el mismo lugar por el que había ingresado. El profesional también relató que el arma homicida se la llevó el joven malherido.
La otra versión la aportó Marcela S., la pareja de Arduvino. Ella contó que, al pasar por la puerta del edificio, Arduvino le dijo que iba a ver a una persona para pedirle metadona, una droga que se utiliza en tratamientos de rehabilitación de adictos. Contó que su novio le pidió que lo esperara en la esquina. Al rato, como su pareja no regresaba, fue hasta la puerta del edificio y lo vio ensangrentado tratando de salir por la ventana. La mujer descartó que Arduvino tuviera un cuchillo. Marcela S. pidió ayuda y acompañó a Arduvino al hospital Provincial donde el joven murió.