Ocho personas permanecían desaparecidas en Tartagal, donde un aluvión de agua y
lodo el lunes provocó la evacuación de 742 pobladores y múltiples daños, por lo que los gobiernos
nacional y de Salta implementaron un operativo de asistencia. En tanto, crece la polémica sobre las
causas del fenómeno, que resulta muy similar al ocurrido en 2006, cuando la ciudad salteña fue
arrasada por las aguas. Los ecologistas salieron al ruedo para apuntar a la deforestación como la
causa de los aludes, mientras desde el gobierno provincial se recordó que bajo la actual
administración se congelaron los desmontes y que la causa del desastre debe buscarse en las
características de la zona, conformada por suelos frágiles y temporadas de lluvias muy
intensas.
Autoridades del gobierno salteño, que coordinan las tareas de búsqueda y
asistencia de personas, confirmaron que son ocho las personas desaparecidas, luego de que tres
niños fueran rescatados en buen estado de salud.
Trágico relato. Asimismo, sigue la búsqueda de dos mujeres que fueron
arrastradas por la corriente del río Tartagal cuando el aluvión se llevó su casa, construida en una
de las orillas. Las mujeres fueron identificadas como Modesta Rivera y Rosa Alfaro, abuela y madre
de Silvia Alfaro, quien logró rescatar a su hija de 2 años de la caída de la vivienda donde se
alojaba su familia. Alfaro recordó que con su esposo lograron rescatar a la niña cuando comenzó la
lluvia, pero "la casa se desarmó y hay gente que vio cuando el agua se las llevaba".
La nación y la provincia enviaron 17 camiones con alimentos, medicinas,
materiales de construcción y vestimenta. Asimismo, el ministerio de Salud salteño dispuso un
operativo para reforzar las tareas preventivas que eviten la proliferación de enfermedades como
gastroenteritis, hepatitis y dengue. En tanto, para hoy se pronosticaron más lluvias.
El intendente de Tartagal, Sergio Leavy, recordó que durante el alud "colapsó un
puente ferroviario de 50 metros de largo", que fue a dar contra el puente carretero que une las
áreas norte y sur de la ciudad, causando un dique que anegó unas 30 manzanas. Leavy admitió que el
puente carretero que la Nación planea construir para reemplazar el actual "no sabemos si hubiese
resistido" el empuje del agua del desbordado río que atraviesa la ciudad.
En Tartagal se hallan los ministros Florencio Randazzo, de Interior, y Alicia
Kirchner, de Desarrollo Social.
Debate sobre las causas. El ministro de Ambiente salteño, Julio Nasser, sostuvo
que el aluvión fue causado por las características ambientales y geológicas de la zona y no por la
deforestación. La polémica en torno a los desmontes se reavivó con la aparición de troncos
aserrados en las calles de Tartagal que fueron arrastrados por el aluvión que arrasó la ciudad el
lunes.
Nasser recordó que Tartagal se encuentra en una zona de bosques tropicales, y
que, debido a las características del clima, húmedo y cálido, el suelo produce gran cantidad de
mantillo, lo cual posibilita una mayor captación del agua y una rica vida animal y vegetal. Pero
ese cuadro provoca, a su vez, gran vulnerabilidad geológica, con deslizamiento habitual de
sedimentos. El debilitamiento de las rocas por la infiltración de las lluvias contribuye a los
deslizamientos. "Por esto es común que sucedan, a lo largo de la ruta 34 (que atraviesa Tartagal),
movimientos que generan avalanchas de desechos y flujos densos", remarcó, y reiteró que "los
desmontes no constituyen causa alguna de esta situación. Tiene más influencia la explotación de
áridos que pone en peligro la estabilidad de las márgenes de los ríos y produce derrumbes de
puentes y caminos", añadió, en referencia a la actividad extractiva de arenas y arcillas para la
construcción. Nasser recordó que durante la gestión del actual gobernador, Juan Manuel Urtubey, no
se autorizó ningún desmonte.
Por su parte, el especialista del Conicet e integrante del Panel de Cambio
Climático de la ONU, Osvaldo Canziani, sostuvo desde Buenos Aires que "la desforestación y el
aumento de las lluvias fueron las causas del alud de barro en Tartagal". Canziani no aportó
precisiones científicas que avalen estas afirmaciones. El investigador lamentó "que se sigan
talando árboles, a pesar de existir una ley de bosques".
En igual tono, dirigentes ambientalistas de organizaciones locales de Salta
reiteraron su opinión de que el aluvión fue "consecuencia directa" de la destrucción de bosques
nativos. No fue aclarado hasta ahora el origen de los miles de troncos aserrados que aparecieron en
Tartagal, aunque es de presumir que provienen de un establecimiento forestal.