El Banco Central realizó ayer una importante demostración de fuerza para calmar
al mercado cambiario, al ofrecer mil millones de dólares para alimentar la demanda de divisas y
bajar su precio. Aunque la plaza absorbió sólo 165 millones, según la información oficial, la
prepeada del organismo que conduce Martín Redrado logró encorsetar el alza de la moneda
estadounidense: tras arrancar con una fuerte suba que lo llevó por la mañana a una cotización de
3,44 pesos en Buenos Aires y 3,48 pesos en Rosario, cerró finalmente a 3,39 pesos y 3,46,
respectivamente.
Bajo la mirada atenta del Banco Central, que interviene periódicamente para
evitar bruscas oscilaciones, el dólar se viene apreciando sin pausa desde el mes de septiembre,
cuando comenzó la etapa más aguda de la crisis financiera internacional. Pero en los últimos días,
al calor de la intranquilidad financiera, el desarme de posiciones de los inversores y las chicanas
de algunos sectores por la estatización de los fondos administradores por la AFJP, la suba se
convirtió en escalada y amenazaba con descarrilarse de la ruta de flotación administrada dispuesta
por el gobierno.
El martes ya había subido cinco centavos y ayer arrancó con una suba de 8
centavos. A media mañana, el Central salió a ofrecer mil millones de dólares al mercado mayorista,
una cifra imposible de absorber por las entidades pero que apuntó a marcar la cancha.
Los precios ofrecidos por la entidad monetaria tuvieron tres etapas: la inicial
en 3,39 pesos, la segunda en 3,38 pesos y la tercera en 3,37 pesos.
La intervención del Central provocó la retracción de los compradores, aunque de
todos modos la divisa cerró en valores superiores a los del martes: 33,9 pesos en el mercado
mayorista, 3,39 pesos en el minorista porteña y 3,56 en la city rosarina. En el mercado marginal,
la divisa cerró a 3,48 pesos.
"La operatoria es chica y todo el mercado se está moviendo por expectativas,
ahora que el Banco Central se mostró firme en su postura reguladora, la plaza volvió a calmarse",
señaló un cambista.
Con su estrategia de flotación administrada, la entidad que conduce Redrado
pretende acompañar gradualmente una depreciación del peso que permita amortiguar el impacto en la
economía de la devaluación en Brasil. Si bien ese es el rumbo del gobierno, lo cual vaticina un
tipo de cambio elevado, el organismo volvió a mostrar ayer que no está dispuesto a que sean los
agentes privados los que le impongan la paridad.
Si bien el BCRA informó que finalmente vendió 165 millones de dólares, fuentes
del mercado elevaron la cifra a 400 millones.
Si bien el organismo tiene todavía 46.302 millones de dólares para pulsear,
desde mañana contará con la ayuda adicional de 600 millones de dólares que tienen que repatriar las
AFJP. El rebote del precio de los granos, por otra parte, devolvió ayer los negocios a la plaza
local. Si la tendencia se mantiene, los exportadores podrían recomenzar a liquidar divisas,
aportando liquidez al mercado cambiario.