El cepo cambiario modificó la forma de hacer negocios. Muchos entraron en pánico y se cerraron en el dólar. Los que se pesificaron salieron ganando. Seguir invirtiendo en pesos es la mejor opción.

El cepo cambiario modificó la forma de hacer negocios. Muchos entraron en pánico y se cerraron en el dólar. Los que se pesificaron salieron ganando. Seguir invirtiendo en pesos es la mejor opción.
Desde octubre del año 2011 en adelante, las restricciones a la compra de dólares se fueron incrementando. Esto generó en forma automática dos mercados bien definidos: el dólar oficial y el dólar blue. Si bien a diciembre de 2011 el primero cotizaba a 4,30 y el blue a 5 pesos, para diciembre de 2012 las cotizaciones treparon a 4,95 y 6,75 en ambas puntas.
La suba del dólar blue superó ampliamente al oficial, se agrandó la brecha y esto marca diferencias.
Entre el blue y el oficial la brecha es del 36%, una diferencia muy difícil de descontar a primera vista. En el mercado los precios están a un dólar de 4,95 y se está comprando una mercadería 36% más cara, que muchos no desean convalidar.
En este escenario, los que tienen pesos ven como único camino seguir en pesos, y es allí en donde se abren muchas oportunidades.
El cepo y la inversión. El cepo cambiario no sólo se refleja en la imposibilidad de comprar dólares. Las empresas locales o multinacionales, tampoco están autorizadas a enviar ganancias al exterior. Esto implica que nadie se puede retirar del juego. Si alguien invierte en la Argentina no se puede llevar la plata. Como nadie puede retirar tampoco llegan grandes inversiones al país.
En muchos países prohíben las remesas de ganancias al exterior en billete, pero no ponen reparos en que saquen la mercadería que producen, como forma de llevarse las ganancias. En el caso de Argentina, los que invirtieron en el país están en un corralito, en donde lo ganado sólo se puede volver a reinvertir internamente.
Muchos analistas hacen una simplificación de la realidad planteando que en en el país no hay inversión. Sin embargo, si se toma la reinversión de utilidades, esto también representa inversión. Si se saca más riquezas de la tierra y se la vende al mundo e ingresan dólares que se vuelcan a la actividad productiva, eso también es inversión.
También existe el caso de muchas empresas petroleras que quieren posicionarse en las áreas de combustible no convencional e invierten, como fue el caso de la asociación entre Chevron e YPF, esto también es inversión.
Estos desembolsos hacen que la actividad no se detenga, y que los pesos sigan girando.
Lamentablemente el Estado le suma muchos pesos a la economía, ya que la diferencia entre gastos e ingresos la aporta con emisión monetaria. Esto, sumado a la devaluación del dólar (16% anual), coloca a la economía con un piso de inflación del 20% anual.
Como al país no ingresan dólares para inversión, sólo cuenta con los dólares que tiene en las reservas como stock, cuyo número asciende a 44.000 millones de dólares aproximadamente (esto es después del pago del cupón PBI) y del flujo de las exportaciones.
Con los dólares que ingresan de las exportaciones hay que afrontar el pago de las importaciones, los pagos de la deuda pública en moneda extranjera y los dólares que emigran vía los pagos de tarjetas de crédito en el exterior.
En esta ecuación, se puede ver claramente que las importaciones dependerán de las exportaciones, mientras que el pago con tarjetas en el exterior dependerá de cuán alta sea la diferencia entre exportaciones e importaciones, ya que también se necesitan divisas para saldar la deuda pública.
Si en el año 2013 las exportaciones son muy altas, esta ecuación seguirá inalterable. Si mediara un evento climático o de precio que hiciera caer el total exportado, habría que restringir importaciones y también el pago de tarjetas en el exterior. Estas restricciones pueden ser compulsivas, a través de prohibiciones a importar, suba del impuesto a la compra con tarjetas en el exterior o prohibición de su uso. Pero también vía una devaluación que ponga un umbral alto a la salida al exterior e invite al turismo interno, ponga en precios muy altos a los productos importados y se opte por la mercadería nacional.
Si no se respetara esta ecuación, y las exportaciones fueran inferiores a la suma de importaciones, más deuda pública, más tarjetas en el exterior, habría que recurrir al stock de dólares que están en las reservas.
Como se observa, la escasez de dólares es manifiesta, no ingresarán en cantidad del exterior y todos los caminos conducen al peso.
No obstante, como hay posibilidades de inflación, no es factible quedarse con pesos en la mano, estos deben ser rápidamente invertidos.
Para invertirlos no es conveniente comprar moneda extranjera en el mercado ilegal, porque el sobreprecio es muy alto. Por lo tanto, todos los caminos conducen a invertir en el mercado interno, ya sea en la empresa, compra de un departamento, o bien, el conocido plazo fijo.
Los caminos del peso. Durante 2012 muchas empresas apostaron a crecer en porción de mercado, mejorando sus instalaciones, incorporando líneas de productos y galpones como depósitos. En muchos de estos casos, los resultados fueron altamente positivos. En un escenario inflacionario, los que transan mercadería ganan con la revaluación de los productos que comercializan, más el margen de ganancias que aplican.
La construcción fue un tema en sí mismo, mientras que las propiedades terminadas no generaban transacciones porque estaban nominadas en dólares y se pedían billetes para perfeccionar la operación, las propiedades en construcción en pozo, que se venden en pesos, tuvieron una demanda extraordinaria, ya sea con financiamiento en cuotas (ajustadas por la cámara de la construcción), como en efectivo. La demanda fue sostenida y el sector en expansión. No se habla en este caso de unidades premium, sino de los altamente eficientes y conocidos monoambientes y un dormitorio.
La venta de autos y electrodomésticos siguió a un ritmo muy alto. Si bien en algunos meses se notó cierta retracción en la venta de autos, la falta de mercadería ayudó bastante. Las mayores ventas se dan en el segmento de autos pequeños, camionetas e importados. Como nunca se había visto, los autos importados llegaron a valer 30.000 dólares blue, algo inédito para este mercado en Argentina.
Los supermercados mostraron aumentos de ventas por encima de la inflación. Nuevas marcas, innovación y creatividad fueron premiadas por el mercado de consumo.
La aparición de numerosos centros comerciales cambió la forma de comercialización. El cliente no desea trasladarse, pagar estacionamiento o perder mucho tiempo en la compra. Esto llevó a que el efecto cercanía se viera más presente que en el pasado.
Nuevas formas de compras con descuento por internet, como ofertas de tarjetas de crédito son imprescindibles para cerrar un volumen global de ventas. Una tendencia que se hizo normal, para cualquier festividad como puede ser Día del Padre, de la Madre, Día del Niño y las fiestas navideñas.
El plazo fijo renació de las cenizas, con tasas que se aproximan al 18% anual, que equivalen al 1,5% mensual se hace atractivo colocar el dinero a plazo. La renta se puede tocar y da satisfacción al inversor. Hasta YPF probó capturar mercado de esta forma.
Las mutuales comienzan a ganarle espacio a los bancos. Con tasas competitivas en plazo fijo, y menos requisitos a la hora de prestar, se posicionan en el mercado financiero como un actor a tener en cuenta en el año 2013.
Otra vida. En resumen, hay vida después del cepo cambiario. Vamos a una economía más pesificada, con más inflación y sin dólares a la vista. Hay que diseñar la mejor estrategia para acumular mercadería, aumentar los niveles de transacción, ganar más mercado y potenciar rentabilidades. Los préstamos a tasas del 15% anual fueron una ayuda muy grande para los emprendedores, que en muchos casos no se acostumbran a tomar endeudamiento. Es hora de capitalizarse, apalancándose con tasas inferiores a la inflación, modalidades nuevas en tiempos de cambio.
Para los que no puedan escalar los negocios, no queda otro camino que escalarlos, por ende, la asociación es un tema a explorar en el año 2013. Los márgenes se achicarán y sólo buscando más volumen se podrá recuperar la ganancia nominal. Tomar financiamiento, poner capital propio o asociarse es la opción para el año que viene. Habrá empresas que ganaran mercado, otras que la perderán, es la competencia del más apto, en un mercado que sin estar canibalizado, es altamente profesional y competitivo.



Por Lucas Ameriso
Por Mariano D'Arrigo