No había alarma de incendios. No había aspersores ni salidas de emergencia. Y cuando un músico trató de apagar un incendio que comenzó con juegos pirotécnicos, el extintor no funcionó.
No había alarma de incendios. No había aspersores ni salidas de emergencia. Y cuando un músico trató de apagar un incendio que comenzó con juegos pirotécnicos, el extintor no funcionó.
Todos los elementos estaban dispuestos para la tragedia que ocurrió en la madrugada de anteayer en el centro nocturno Kiss. El resultado fue el peor incendio en más de una década en Brasil, con 231 personas muertas en el poblado de Santa María que sigue impactada y de luto.
Los funerales comenzaron ayer mientras siguen saliendo a la luz reportes sobre la acumulación de descuidos y errores en ese abarrotado lugar de diversión nocturna donde se realizaba una fiesta de universitarios.
De acuerdo con las normas de seguridad, los clubes deben tener un extintor por cada 139 metros cuadrados, así como múltiples salidas de emergencia y los límites al número de asistentes deben ser estrictamente respetados. Pero parece que nada de eso ocurrió en el centro nocturno.
"Un problema en Brasil es que no hay control sobre cuánta gente es admitida en un recinto", dijo Joao Daniel Nunes, ingeniero civil. "Nunca han estado claramente especificados y nadie controla cuánta gente ingresa a estos centros nocturnos".
El alcalde de Santa María, José Fortunati dijo a Radio Gaucha que decenas de clubes fueron cerrados en año pasado por no cumplir con las normas.
En tanto, uno de los socios del local se entregó ayer a la policía, con lo cual sumaban cuatro los detenidos por su presunta responsabilidad en el incendio, según el comisario Sandro Meinerz, de la policía de Río Grande do Sul. Se trata de Mauro Hoffman, una de las cuatro personas que tenía pedido de captura dictado por el juez de turno Regis Adil Bertolini.
Los otros tres sospechosos, que ya se encontraban en poder de la policía, son el dueño de Kiss, Elissandro Sphor, quien sobrevivió a la tragedia, un músico de la banda Gurizada Fandangueira y un asistente técnico del grupo.
Sphor fue arrestado en un hospital de Cruz Alta, ciudad vecina a Santa María adonde fue ingresado luego de haber sobrevivido al incendio y ser víctima de intoxicación a causa del humo.
El comisario manifestó que el dueño de la discoteca negó haberse llevado las computadoras con el registro de las cámaras de seguridad del local, cuyo faltante fue advertido por los bomberos.
Los miembros de la banda fueron detenidos durante el velatorio del acordeonista del grupo, Danilo Jaques, en la ciudad de Mata, vecina a Santa María.
El guitarrista del grupo dijo que vio llamas en el techo después de que activaron una máquina de pirotecnia para su espectáculo. Después aseguró que el incendio se originó por un cortocircuito.
El ministro de Salud Alexandre Padilha dijo que la cifra de muertos podría aumentar porque muchos de los 75 heridos están en condición crítica. Muchas de las víctimas tenían menos de 20 años, e incluso había menores de edad. La mayoría murió por inhalación de humo y no por quemaduras.
Una trampa. Algunos testigos han reportado que sólo había una salida en funcionamiento. Muchos de los muertos fueron encontrados en los dos baños del lugar, a donde llegaron aparentemente porque, enceguecidos por el humo, confundieron las puertas por salidas.
"Fue terrible adentro, era como una de esas películas del Holocausto, cuerpos apilados uno encima de otro", dijo Sandro Meinerz, inspector de la policía. "Tuvimos que usar camiones para moverlos. Nos llevó seis horas sacar los cuerpos".
Los sobrevivientes y otro inspector, Marcelo Arigony, dijeron que los guardias de seguridad intentaron brevemente impedir que la gente saliera del lugar. Los centros nocturnos brasileños suelen exigir el pago de la consumición para permitir a la gente que abandone el lugar.
"Era caótico y no parece que haya sido un hecho de mala fe, ya que varios guardias de seguridad también murieron", dijo Arigony a The Associated Press.
Los bomberos que llegaron al incendio al principio tuvieron problemas para entrar al lugar dado que "había una barrera de cuerpos bloqueando la entrada", dijo Guido Pedroso Melo, comandante del destacamento. Además, tuvieron que abrir otras entradas en la paredes a los mazazos.
Falleció una argentina
Una argentina de 19 años falleció en el siniestro, según se conoció ayer. Alfredo Ortiz Baenza, cónsul argentino en la ciudad brasileña de Uruguayana, confirmó la muerte de Natasha Urquiza, hija de una pareja de argentinos, oriunda de Federación, provincia de Entre Ríos. La joven había cursado sus estudios secundarios en Romaguera Correa y luego se instaló en Santa María para continuar su carrera en la Universidad Federal de esa ciudad.