Cine / Crítica de "Cielo de medianoche": Un drama íntimo en medio del apocalipsis en la Tierra

En su sexta película como director, luego de “Confesiones de una mente peligrosa” (2002), “Buenas noches, y buena suerte” (2005), “Jugando sucio” (2008), “Los idus de marzo” (2011) y “Operación Monumento” (2014), George Clooney regresa al espacio exterior -ya lo había hecho como actor en “Gravedad”- con un relato posapocalíptico convencional. Sin embargo, el filme basado en la novela de Lily Brooks-Dalton, sortea los lugares comunes de ese subgénero de la ciencia ficción con una atmósfera más cercana al recogimiento y la nostalgia que a la parafernalia digital.

Clooney, además, protagoniza esta rara mezcla de drama familiar y cine catástrofe en la que interpreta a Augustine, el último miembro de una base científica ubicada en el Polo Norte. El Polo Norte es el único lugar de la tierra que hasta el momento se salvó de la destrucción, pero también tiene los días contados. El guión no menciona las causas de la catástrofe y sólo en tres ocasiones se ve desde el espacio la imagen de una tierra irreconocible. Pero el panorama desolador no incluye escenas desgarradoras ni muertos.

La tragedia se ve a la distancia, emocional en el caso de Augustine, sumido en la introspección y la resignación, y real, en el caso de una de las últimas naves tripuladas que atraviesan el espacio en una misión que debía ser el regreso temporal a la Tierra desde una colonia espacial. La película está atravesada por la consternación ante lo irreversible, al modo de “Melancholia”, de Lars von Trier, y los últimos sobrevivientes observan la destrucción con la certeza de estar ante un hecho consumado sobre el cual ya no tienen ningún control.

El guión fue escrito por Mark L. Smith, que ya había probado su desempeño en climas hostiles y tragedias humanas en “El renacido”. Como Jack London en “Para encender un fuego” o “Melancholia”, “Cielo de medianoche” expone a su protagonista ante los efectos de un evento irreversible y su lucha por conciliar la conciencia de la catástrofe con algún tipo de esperanza.