La situación de Newell's es compleja. No para preocuparse en demasía, pero sí ocuparse. Porque el andar no es lo regular que pretenden todas las partes: jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas. Anda a los tumbos, a tal punto que dejó a Américo Rubén Gallego en una situación tan incómoda que se quedó sin banca dirigencial. Los sucesivos malos resultados, sobre todo la eliminación temprana de la Copa Argentina, elevaron las críticas que a esta altura llegaron al punto máximo, por eso la CD piensa actuar y mover fichas pensando en lo que será el segundo semestre con dos clásicos de por medio ante Central. Nada menos.
Las paradojas del fútbol indican que a pesar de un funcionamiento fallido desde lo futbolístico en la tabla de posiciones del campeonato Newell's se ubica en el séptimo lugar, a seis de los líderes San Lorenzo y Boca Juniors. Nada mal desde lo numérico, aunque es cierto que en la “tabla moral” el equipo del Tolo está lejos del rendimiento pretendido e imaginado durante la pretemporada que realizó en Necochea durante el verano y que continuó en Bella Vista.
La Lepra llegó a estar en esta situación de incertidumbre, dudas y presiones por mérito propio y no por críticas externas. El rendimiento pretendido llegó en cuentagotas y apenas en un par de partidos. En el resto de las presentaciones quedó en deuda. Y los propios protagonistas así lo reconocieron. Cuántas veces se lo escuchó decir al Tolo que “la actitud no se negocia”, que falta regularidad y/o enjundia. Precisamente palabras que sonaron el martes en el predio de Bella Vista de boca de los “hinchas” que fueron a hablar con futbolistas, directivos y entrenador.
El plantel tiene en claro que Newell's debe cortar la racha y cambiar tristezas por alegrías para matizar el momento. Una victoria no solucionará todos los errores, pero será el “liquid paper” (corrector líquido) que los ocultará hasta un próximo desafío.
Todo se soluciona con triunfos. Las críticas, los reclamos, los insultos, los cuestionamientos, la locura, etcétera, se archivan ganando. Gallego y compañía saben que no pueden darse el lujo de otro traspié. Que deben levantarse para empezar a andar en el campeonato y definir su protagonismo. Es la única manera de aplacar los ánimos.
El Coloso seguramente estará nuevamente repleto de hinchas como en cada presentación leprosa en su casa. Y, seguramente, habrá inicialmente respaldo para técnico y jugadores. También exigencia extrema, casi como un ultimátum, de regalarle al público una victoria a esta altura impostergable. Caso contrario los cuestionamientos permanecerán inalterables y/o se intensificarán. Hoy Newell's está ante una necesidad y urgencia.