En plena gira por todo el país, Alejandro Lerner regresa hoy a Rosario para presentarse, a partir de las 21, en el City Center, con un show de grandes éxitos que llega renovado. "Tengo ganas de hacer cosas más frescas", dice, a la vez que admite que sus nuevas canciones no pueden salir a la luz por un polémico contrato. El sucesor del álbum "Enojado", de 2007, está trabado desde hace más de dos años por diferencias entre Lerner y un sello discográfico que estaba representado por Oscar Mediavilla, compañero de Alejandro en el jurado de "Soñando por cantar". El tema incluso saltó a los medios con acusaciones cruzadas y posteriores disculpas, pero el conflicto sigue sin resolverse. El cantante contó a Escenario cuál es la historia detrás del disco y aseguró que en algunos aspectos es "un rebelde".
—¿Cómo es el show que traés esta vez a Rosario?
—Hay muchos cambios en el repertorio. Y la banda es más grande. En el repertorio hay temas de mis primeros discos, pero muy producidos, aggiornados al día de hoy. También rescato una canción del disco "Enojado", que se llama "Hacia mí", que es como un homenaje a The Police. Va a haber un poco más de rock que en otros conciertos, porque mi ánimo actual está más rockero, tengo ganas de hacer cosas más frescas. Igual los clásicos van a estar: "Todo a pulmón", "Volver a empezar", "Después de ti". En los últimos años volví a estudiar piano y estoy tomando clases de jazz, entonces en el recital hay muchos momentos para mí, para estar tocando solo, y escuchar un poco lo que el público quiere.
—¿Es posible renovar un show de grandes éxitos o estás muy atado a lo que espera la gente?
—Lo importante es lo que uno espera. Es importarte que el público acompañe la búsqueda de un artista. Y que sea recíproco: que el artista sepa que debe haber cierta complacencia y que el público sepa que el artista sigue buscando, sigue creciendo, que siguen apareciendo canciones nuevas. Uno no vive de la historia. Más allá del éxito uno sigue creando, por una necesidad que tiene que ver con la vocación.
—Tu nuevo álbum de estudio viene muy demorado. ¿Qué es lo que está pasando realmente?
—El disco está hecho, pero no a un 100 por ciento, porque quedó trabado a nivel presupuesto. Se me dio una mitad del presupuesto y la otra mitad no apareció. Yo puse plata de mi bolsillo, pero al disco le falta un impulso final, que es de producción, y sin el dinero que falta no lo puedo terminar. Podría hacer un disco mío, pero no uno de una compañía discográfica.
—¿Y cómo se resuelve eso?
—La verdad es que no tengo la más puta idea cómo se resuelve.
—En el "Soñando..." hubo un acercamiento con Mediavilla. ¿Eso no significó nada?
—Una cosa es el acercamiento personal y otra es el acercamiento contractual. A mí ya no me queda claro quién es el dueño del disco. Estamos tratando de entender cómo se destraba esto. Yo estoy poniendo la mejor voluntad.
—¿Cómo es el disco? ¿Qué podés adelantar?
—El disco es un trabajo espectacular, muy fresco. El título es "Sueños de elefante", que es una canción pop-rock tipo Tom Petty. El disco es rockero, pero también tiene que ver con los estilos que yo he desarrollado dentro del pop. Lo que falta es todo lo que es orquestal. Yo quería que mi disco tuviera por lo menos tres canciones con orquesta. En la grabación está mi banda y también invité a Dominic Miller, el guitarrista de Sting. Alan Parsons, que grabó "El lado oscuro de la luna" con Pink Floyd, me produjo una de las canciones, y además trabajé con mi amigo y socio en EEUU, Humberto Gatica, que produjo a Celine Dion, a Andrea Bocelli y a Michael Jackson.
—¿Es más complejo editar un disco ahora, que la industria está en crisis?
—Editar un disco no es difícil, lo podés hacer hasta en tu casa. El tema es que hay que fabricarlo, distribuirlo y promocionarlo. Yo llevo más de 40 años en una industria que está cambiando, y lo hace cada vez más rápido. En ese contexto yo he tratado de convertirme en un artista alternativo. En algunos aspectos soy un rebelde, sobre todo con respecto a las estructuras comerciales, las de antes, las históricas. Yo tengo mi propia agencia, mi propio estudio de grabación y soy mi propio manager. Tengo un equipo de gente que me acompaña, pero hace unos siete años soy un artista independiente.