Al enterarme del agasajo que el intendente de nuestra ciudad brindó al personal del Sies nos sentimos realmente indignados ya que cuando ocurrió el lamentable hecho en la esquina de la Escuela Nº 1319 “José Ortolani” las ambulancias llegaron a la sala “Juana Azurduy” pasadas las trece horas, después de reiteradas llamadas, cuando en realidad los chicos fueron heridos a las 12.20. Nos preguntamos: ¿los homenajeados no tendrían que haber sido los alumnos ya que fueron las víctimas de esta inseguridad que nos invade día a día y que nuestros representantes no pueden encontrar la manera de revertirla? ¿Por qué el agasajo? ¿A qué se debe? ¿Acaso las ambulancias no tienen que acudir rápidamente ante una emergencia cuando se las solicita? Quizás estemos equivocados, pero si cada uno cumpliera con lo que le corresponde, si las instituciones públicas, tanto provinciales como municipales, se encontraran con el equipamiento adecuado y el personal necesario, si cada uno de nosotros respetara e hiciera respetar su rol sin que sea motivo de orgullo, todo funcionaría mejor y hoy no tendríamos que estar haciendo marchas, abrazos y mucho menos, agasajos. Al que le quepa el saco que se lo ponga.