Michroma cumplió cuatro años y lo celebra dando grandes pasos para lograr que sus colorantes naturales puedan reemplazar a los sintéticos. Esa idea que nació en 2019 de la mano de dos emprendedores hoy es una empresa con todas letras, integrada por un equipo de 26 profesionales y laboratorios en la sede local de la Universidad Católica Argentina (UCA). Actualmente, gestiona la aprobación para el uso de sus colorantes naturales a base de hongos en la industria alimentaria y cosmética en Estados Unidos y Europa. En poco tiempo más este desarrollo nacido por estas pampas podría revolucionar el mercado.
La sustentabilidad gana terreno a nivel mundial y la empresa fundada en 2019 por Ricardo Cassini y Mauricio Braia hace foco en ese punto. Buena parte de los alimentos que se consumen cotidianamente, incluso aquellos que suelen etiquetarse como naturales, contienen ingredientes elaborados con productos potencialmente perjudiciales para la salud. Es el caso de los colorantes tradicionales cuya forma más recurrente de elaboración es a través de derivados de petróleo o mediante sintéticos químicos.
Esta semana la ciudad reunirá a grandes referentes del mundo emprendedor y durante Experiencia Endeavor Rosario se podrá conocer de primera mano la experiencia de Michroma, una plataforma de biotecnología para producir ingredientes naturales tanto sustentables como escalables, con costos razonables, que nació en Rosario. Antes de su fundarla, Cassini y Braia fueron parte de los 20 seleccionados entre 800 proyectos por GridX -una company builder de startups de base científica de Buenos Aires- para ser parte de su programa de intervención de cuatro meses de transformación de proyectos en startups. Luego del proceso, fueron elegidos entre los 10 mejores y recibieron una inversión de parte de GridX de u$s 200.000.
Al poco tiempo, en Junio de 2019, viajaron a San Francisco para presentar la idea de negocio al ecosistema emprendedor de Silicon Valley y allí entraron en contacto con Indiebio, la aceleradora de biotecnología más grande del mundo, a la que le interesó el proyecto y los invitó a su programa de aceleración. Esto los llevó a mudarse a San Francisco para ser parte de este programa y recibir su inversión de u$s 250.000. Así nació Michroma.
Este año la startup captó una inversión de u$s 6,4 millones en la que fue la ronda semilla más importante de Latinoamérica para una empresa de biotecnología.
Alto valor agregado
En la previa a Experiencia Endeavor Rosario 2023, que se realizará el próximo jueves en el Centro de Convenciones Metropolitano, Juan Pablo Orlov, Chief of Staff de Michroma, recordó que el camino de las startup vinculadas a la ciencia y la tecnología se enfrentan al doble desafío de contar con dinero y tiempo hasta poder generar ingresos. “Cuando se busca alto valor agregado a través de la tecnología se piensan en soluciones globales, se piensan en mercados internacionales, regionales como mínimo. Esto viene emparejado con los fondos de inversión que apuestan a estas ideas para que se conviertan en empresas y el día de mañana tengan facturaciones más que importantes. Desde Rosario se trata de salir al mundo como desde cualquier otra ciudad, los inversores están en todo el mundo y buscan estas soluciones globales. Es una realidad muy distinta a ser una pyme de la ciudad o de la provincia y crecer de a poco. Se trata de lograr un impacto a los mayores desafíos de la humanidad, en este caso con los alimentos, en el menor tiempo posible”, contó y apuntó que con cuatro años de vida ya son más de 26 personas las que trabajan en Michroma.
Avanzar en el menor tiempo posible con las patentes y aprobaciones regulatorias son los desafío de Michroma, para llegar al mercado y a los consumidores que cada día demandan mejores productos. “Estamos desarrollando ingredientes naturales usando hongos filamentosos, combinando la fermentación y la biología sintética. Lo que nos hace diferentes es que entre todos los ingredientes que estamos desarrollando tenemos un colorante rojo que funciona para colorante alimenticio pero también para productos cosméticos. Es un colorante natural que es una alternativa a los colorantes artificiales que se encuentran en el mercado a base de petróleo, que no son sustentables”, explicó Orlov.
En ese sentido, dijo que cada vez hay más estudios que demuestran los peligros de los colorantes químicos para la salud, que están muy vinculados al cáncer, a enfermedades como la colitis crónica. También apuntó que estudios recientes muestran resultados sobre el déficit de atención en niños. “Los consumidores cada vez quieren consumirlos menos y hay gobiernos que los van prohibiendo uno a uno en Europa y en Estados Unidos. En el estado de California están esperando que el gobernador firme la prohibición de cuatro colorantes artificiales, entre ellos un colorante rojo a base de petróleo que es de los más usados”, resaltó.
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La oferta de Michroma es revolucionaria porque hoy en día las alternativas naturales son caras y tienen baja performance. Al cambiar el PH o pasar por temperaturas altas como las de un proceso de pasteurización suelen desaparecer o cambiar de color y no producir el efecto deseado. Además, en muchos casos tienen la particularidad de que requieren muchos recursos naturales, como la tierra para cultivar o un gran uso de agua.
“Lo que nos hace distintos es que nuestro colorante rojo puede ser producido en cualquier parte del mundo que tenga biorreactores, similares a los que se utilizan en el proceso de producción de cerveza, y consumen una fracción de los recursos naturales para producirlos. Pueden ser producidos a un costo razonable y a su vez tienen estabilidad que los otros colorantes naturales no poseen. Además se pueden utilizar residuos del campo como materia prima y, al poder producirlos en cualquier parte del mundo, no sufren la estacionalidad que sí tienen los otros colorantes. Está la ventaja de reducir la huella de carbono, en lugar de realizar exportaciones y contaminar con el traslado”, reseñó.
Los colorantes de Michroma se encuentran en proceso de aprobación regulatoria en Estados Unidos con la FDA y con su par en Europa, para comenzar a vender en esos mercados, con la idea de luego expandirse en el resto del mundo. Un proceso que estima demandará unos dos años en finalizar. La etapa de comercialización la encararán a través de los distintos distribuidores de ingredientes que ya trabajan a nivel mundial. “Nosotros nos vamos a concentrar en el principio de la cadena de valor, desarrollar los ingredientes y producirlos, y que los grandes distribuidores del mundo se encarguen de hacer lo que mejor saben hacer que es venderlos a las empresas que luego lo terminan aplicando. Creemos que esta es la manera de crear el mayor impacto posible en el menor tiempo posible, concentrándonos en lo que sabemos hacer”, reseñó Orlov.
Los desarrollos de Michroma aún no se usan en ningún producto pero el envío de muestras a las mayores empresas de cosméticos y alimentos del mundo les permitió levantar rondas de financiamiento. “Realizaron pruebas de nuestros colorantes y demostraron el interés en el futuro de adquirirlos a través de documentos no vinculantes, conocidos como carta de intención que presentamos a distribuidores y potenciales inversores para generar esta confianza en el desarrollo que estamos haciendo”, explicó.
La compañía avanza con el colorante rojo pero también tienen desarrollado el colorante naranja y amarillo, de modo que cubre la paleta de colores cálidos, “el 90% del mercado de colorantes”. Los caramelos rojos y los lápices labiales colorados rompen la demanda.
Al mismo tiempo trabajan en el desarrollo de otros colores y en producir sabores y fragancias y que los hongos que utilizan tienen la capacidad de producirlos. Mientras salen las aprobaciones internacionales, el desarrollo de ingredientes no cesa.