El gobierno nacional reglamentó ayer el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (Rigi) que incluye proyectos que demanden un mínimo de u$s 200 millones como inversión e impacta en ocho sectores de la actividad económica.
Podrán gozar de los beneficios del Rigi los proyectos forestoindustrial, turismo, infraestructura, minería, tecnología, siderurgia, energía y gas y petróleo
El Rigi ofrece una serie de facilidades impositivas y de acceso a importaciones para grandes inversiones. El petróleo está incluido.
El gobierno nacional reglamentó ayer el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (Rigi) que incluye proyectos que demanden un mínimo de u$s 200 millones como inversión e impacta en ocho sectores de la actividad económica.
Entre otras cosas, el Rigi ofrece una serie de facilidades impositivas, de acceso a importaciones y al mercado de cambios, además del manejo de utilidades y flujo de fondos en el exterior.
La reglamentación se hizo oficial a través del decreto 749/2024 que se publicó ayer en el Boletín Oficial.
Los segmentos que podrán gozar de los beneficios de la nueva norma son: forestoindustria, turismo, infraestructura, minería, tecnología, siderurgia, energía, y petróleo y gas.
La reglamentación aclaró que las inversiones en este último sector destinadas a transporte y almacenamiento deben superar los u$s 300 millones, mientras que aquellas orientadas a la exploración y explotación deberán ser mayores a u$s 600 millones.
Dentro de cada segmento además se indican actividades específicas. Por ejemplo, para el sector de turismo: servicio de hospedaje y alojamiento. En sector de infraestructura: construcción de estructuras físicas, redes y sistemas públicos o privados para logística y transporte (vial, terrestre, marítimo, fluvial, portuario, ferroviario, aeroportuario) y proyectos de esparcimiento.
En tanto, en servicios públicos y esenciales: salud, educación, telecomunicaciones, defensa y seguridad. Por el lado del sector de minería: prospección, exploración, desarrollo, extracción y explotación de minerales.
En sector de tecnología el regimen se refiere a: producción de bienes y servicios tecnológicos innovadores como biotecnología, nanotecnología, movilidad, energía, industria aeroespacial, nuclear, software, robótica, inteligencia artificial, armamento y defensa.
Sobre el sector siderúrgico: industrialización y procesamiento de hierro, acero y aleaciones para producir productos primarios o elaborados y en sector de Energía: generación, almacenamiento, transporte y distribución de energía eléctrica de fuentes renovables y no renovables, y otras energías bajas en carbono.
En tanto, en el sector de petróleo y gas se menciona: construcción de plantas, transporte y almacenamiento de hidrocarburos, petroquímica, licuefacción de gas natural y exploración/explotación de hidrocarburos líquidos y gaseosos.
A su vez, crea las figuras de:
Las empresas que quieran adherir tendrán dos años para hacerlo y el Poder Ejecutivo quedará autorizado a extender ese plazo por hasta un año.
Entre los beneficios más importantes habrá una reducción del impuesto a las Ganancias al 25%, se implementará una amortización acelerada de bienes muebles e infraestructura, los saldos de IVA se devolverán en un plazo no mayor a tres meses.
Además, se permitirá el cómputo del 100% del impuesto al cheque crédito en Ganancias.
Asimismo, las empresas gozarán de exenciones en el pago de derechos de importación y durante los primeros tres años no se pagarán derechos de exportación
El régimen también establece facilidades para la liquidación de divisas que ingresen por exportaciones que serán de 20% luego de dos años iniciada la inversión, 40% después de tres años y 100% luego del cuarto año. En caso de exportaciones declaradas como “Exportación Estratégica de Largo Plazo”, los plazos son los siguientes:
El Rigi fue uno de las propuestas más polémicas dentro del proyecto Ley Bases: generó controversia en todo el arco político y en la opinión pública. Para lograr su aprobación, la gestión de Javier Milei tuvo que realizar algunos cambios.