Legisladores nacionales y provinciales de Santa Fe cuestionaron las acciones del gobierno nacional en torno al futuro de la hidrovía Paraná Paraguay, fundamentalmente la vuelta atrás en la decisión de conformar una empresa estatal integrada por el Estado nacional y las siete provincias involucradas en la traza, que tenía como función controlar los procesos de licitación y también llevar adelante obras complementarias y accesorias.
“Hoy tenemos la posibilidad de cambiar la historia, es hora de que en Argentina decidamos qué queremos en términos de desarrollo y de infraestructura, qué hacer con la marina mercante, la industria naval y así revertir a desidia que ha tenido el Estado en la gestión de los recursos humanos y en la infraestructura pública”, indicó el diputado nacional por Santa Fe, Luis Contigiani, quien recordó que presentó un proyecto de ley para la creación de la “Hidrovía Federal Sociedad del Estado”, una empresa integrada por las provincias involucradas y el Estado nacional “que ponga foco en la creación del empleo, el cuidado del ambiente, la integración sudamericana y la generación de más y mejor comercio con el mundo”, indicó.
En tanto, la legisladora provincial del Frente Progresista, Mónica Peralta, cuestionó que el proyecto inicial presentado por el presidente Alberto Fernández el pasado 28 de agosto junto a los gobernadores de las provincias de Buenos Aires, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Formosa, Misiones y Santa Fe -cuando suscribió el Acuerdo Federal Hidrovía- se convirtiera en elConsejo Federal Hidrovía. “Es una medida cosmética de carácter no vinculante que atenta contra nuestra soberanía quitándole todo poder de decisión al gobierno y dilapidando extraordinarios beneficios para nuestra población”, dijo.
“Lo que prometía ser un notable avance en términos de transparencia y beneficios económicos y sociales producidos por esta vía navegable para la ciudadanía argentina, en noviembre de 2020 y a través de una nueva decisión presidencial, se desvaneció en el aire delegando vía decreto al Ministerio de Transporte, el llamado y adjudicación de la licitación pública nacional e internacional”, agregó la legisladora.
Para Peralta, "la prórroga que brindó el gobierno nacional, si bien resuelve el problema inmediato de la navegación en época de cosecha, no soluciona de ningún modo el conflicto de fondo que estriba en la transparencia y utilidad en términos de beneficios para la ciudadanía argentina y cuidado de nuestro río que se le dará a la vía".
Por eso mostró su preocupación y planteó que “como argentinas y argentinos, necesitamos conocer el alcance que se plantea con la hidrovía de cara al futuro; cómo se verán afectados nuestros campos, las ciudades, los ríos y humedales, nuestra vida y la de nuestras hijas e hijos”. También, solicitó que “el Estado garantice el bienestar social, que ocupe las áreas estratégicas, que promueva la flota mercante y fluvial poniendo fin a los miles de millones de dólares que se escapan en fletes de otras banderas que transportan los bienes producidos en el país”.
Consideró “alarmante” el “hermetismo con que el Ejecutivo nacional lleva adelante el Consejo Federal de la Hidrovía” y por eso mostró su preocupación por la “ausencia a una convocatoria amplia a todos los sectores intervinientes directa o indirectamente”.
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En ese punto, Contigiani recordó que la hidrovía “es el recurso fluvial más importante de la región y el camino más significativo para nuestros trabajadores, productores, cooperativas y empresas” y por eso consideró clave que las provincias “tengan voz y decisión sobre su administración”.
El legislador recordó que “desde los años 90 la hidrovía está en manos de capitales privados internacionales que operan defendiendo sus propios intereses y así les cobran a los productores argentinos peajes muy caros”.
Por eso, frente al vencimiento del contrato de concesión y la prórroga de tres meses fijada por el gobierno “tenemos la posibilidad de cambiar la historia”, dijo y planteó que eso representa que “Argentina decida qué quiere hacer en términos de desarrollo y de infraestructura, de su marina mercante, su industria naval”, para “revertir la desidia que ha tenido el Estado”, planteó.