La inflación perforó el piso de 3% mensual. En octubre, el Indice de Precios al Consumidor (IPC) subió 2,7%, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Registró así una desaceleración de 0,8 punto respecto del mes anterior.
La suba del IPC perforó el piso del 3%, empujada por una desaceleración en el precio de los alimentos. En lo que va del año, el alza acumulada fue de 107% y la variación interanual 1,2%
Archivo (Leonardo Vincenti / La Capital)
Pese a la desaceleración, la inflación sigue impactando en el poder adquisitivo de los trabajadores.
La inflación perforó el piso de 3% mensual. En octubre, el Indice de Precios al Consumidor (IPC) subió 2,7%, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Registró así una desaceleración de 0,8 punto respecto del mes anterior.
En diez meses, la inflación acumuló 107%, mientras que la variación interanual fue 193%. La división que más subió el mes pasado fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (5,4%); y la que menos lo hizo fue alimentos y bebidas no alcohólicas (1,2%).
El ancla cambiaria inducida por la fijación oficial del dólar, la caída del consumo y un menor ritmo de aumentos de tarifas el mes pasado contribuyó que el IPC quedara a muy poco de alcanzar su última mejor marca, que fue la de noviembre de 2021.
El rubro prendas de vestir subió 4,4%, el de restaurantes y hoteles 4,3%, el de salud 3,6%, el de educación 3,5%, bebidas alcohólicas 3%, recreación y cultura 2,9% y bienes y servicios varios 2,8%. Por debajo del índice general, además de alimentos, se ubicaron comunicación 2,1%, equipamiento para el hogar 2,6%) y transporte 1,2%.
Según explicó el el economista Fabián Amico, coordinador del Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (Umet) vinculó esta desinflación al sostenimiento de "una especie de ancla del tipo de cambio oficial". Pero también porque hasta abril o mayo hubo “un impulso muy fuerte sobre la inflación”, producto del alza de los precios regulados (servicios públicos, tarifas y muchos servicios privados que están sujetos a regulación por parte del gobierno).
“Esos precios habían tenido subas muy grandes hasta mayo y a partir de mayo empezaron a bajar el ritmo de ajuste. No quiere decir que ajusten a una tasa baja, pero sí que bajaron sustancialmente el ritmo de ajuste promedio que venían teniendo de arriba del 15% mensual a incluso abajo del 5% mensual”, reseñó.
En noviembre ya se anunciaron aumentos más potentes en este segmento.
Por Javier Felcaro
Por Mariano D'Arrigo