El jueves pasado salieron del puerto de Buenos Aires 2.400 latas de la cerveza Charo rumbo al puerto de Dalian, en China. En 45 días, cuando lleguen, se habrá completado el ciclo de la primera exportación rosarina de cerveza artesanal en la historia.
Detrás de este acontecimiento hay una historia de asociativismo, emprendorismo y positiva articulación del sector público y el privado. Fue contada aquí en su momento. Pero el hito fue celebrado oficialmente esta semana con un acto en el centro de negocios del Ente Administrador del Puerto Rosario (Enapro) . El producto embarcado fue creado especialmente con la idea de capturar el mercado externo por un grupo de diez fábricas artesanales, la mayoría micropymes. Se trata de firmas que protagonizaron la expansión de este negocio en la ciudad y que decidieron ir por más.
Gastón Raggio es el coordinador del grupo exportador. Contó las distintas escalas de la larga marcha hacia China. Un camino que empezó hace cuatro años con la idea de asociarse y buscar un producto que se convirtiera en la identidad de la cerveza rosarina.
En este punto, la vocación colectiva se midió en el desafío de realizar una cata a ciegas para que cada uno de los participantes del grupo pusiera sus cervezas a consideración de diez maestros cerveceros que eligieron, en ese espumoso anonimato, la que entendieron como la fórmula indicada. Luego vino el nombre. Charo, el apodo del nombre Rosario. “Buscábamos un nombre que se asociara directamente a la ciudad, reforzando una identidad femenina”, recordó Raggio.
El grupo decidió avanzar con la producción de cuatro estilos de cerveza: rubia, roja, negra e Ipa. El primer objetivo era llegar a los mercados regionales, como Brasil, Paraguay o Uruguay. Eran tiempos de pandemia, lo cual significaba un desafío organizativo pero también una oportunidad, ya que comenzaban a crujir las cadenas de suministros globales. El sueño de hacer pie en la Banda Oriental los llevó finalmente a extremo Oriente, cuando se puso en contacto con ellos uno de los mayores importadores de bebidas de China. De las primeras charlas a la grandes ligas sin escala.
El grupo aceptó el desafío y se apoyó en la estructura de asistencia y acompañamiento de los distintos niveles del Estado. Raggio reconoció especialmente a la Secretaría de Comercio Exterior y a la Agencia Argentina de Inversiones y , con sus programas de apoyo a la exportación. También a la concejala Susana Rueda, que presentó la iniciativa para declarar al emprendimiento de interés municipal.
En cambio no hubo agradecimientos, y sí críticas, al programa Exporta Simple, lanzado por el gobierno nacional, que brinda muchas facilidades administrativas pero “siempre y cuando se despache la mercadería por avión y desde el aeropuerto de Ezeiza”.
Con el contacto chino en carpeta y el sector público alineado con el objetivo, discutieron la estructura organizativa. Se conformaron como cooperativa de exportación.
Guillermo Martínez, presidente de la cooperativa, subrayó que “la primera salida de la cerveza de Rosario fuera de país” es el punto de llegada de un camino en el que se embarcaron las marcas locales Keincater, Anfora, Hopfen, Santa Diabla, Buenos Vientos, HillBilly´s, Henze, Faucaria, Kalbermatter y Nomada. Es también presidente de la cámara del sector, que en Rosario tiene una tradición colaborativa, que permitió en su momento expandir el negocio.
Explicó que la edición fundacional de Charo incluye un lote especial en conmemoración de los 170 años de la declaración de Rosario como ciudad. Y agregó que, aunque el proyecto es exportador, están en conversaciones con la Cámara de Supermercados de Rosario para que la cerveza rosarina para el mundo tenga su lugar en las góndolas locales.
El secretario de Comercio Exterior de Santa Fe, Germán Burcher, destacó la experiencia como el resultado de una virtuosa articulación entre lo público y lo privado pero también entre los niveles del Estado. Por eso destacó la colaboración con Nación y la Municipalidad. “En Santa Fe hay 700 pymes que exportan, en 88 localidades de la provincia hay al menos una empresa que vende al exterior”, describió. Y aseguró que “el gran diferencial es la asociatividad”.