El dólar oficial subió un peso en el segmento mayorista, a $ 1.362,5, durante una jornada en la que el Tesoro vendió unos u$s 150 millones para contener la cotización. Las estimaciones privadas indican que se habría desprendido de u$s 400 millones en tres días.
El BCRA informó el jueves que los depósitos del Tesoro en las arcas de la autoridad monetaria bajaron en u$s 238 millones a u$s 1.431 millones el martes pasado. Con lo cual, si se descuentan pagos a organismos multilaterales por unos u$s 40 millones, las ventas oficiales en el mercdo único y libre de cambios en el primer día de intervención “blanqueada” se ubicaron en torno a u$s 200 millones.
La cotización minorista cerró a $ 1.382,69 para la venta en el promedio de las entidades financieras que publica el Banco Central (BCRA). En el Banco Nación (BNA) lo hizo a $ 1.375. El blue subió $ 15 a $ 1.365 para la venta en las cuevas de la city porteña.
Los contratos de dólar futuro cerraron al alza en su totalidad. El mercado “pricea” que el tipo de cambio mayorista a finales de septiembre será de $ 1.406 y que en diciembre llegará hasta los $ 1.557, lo que supera el techo de la banda. En total, se operaron u$s 1.428 millones este jueves en el mercado. En tanto, las reservas cayeron u$s 208 millones a u$s 40.635 millones.
El economista Federico Glustein señaló que en los últimos días se hizo evidente que existe “una avidez por el dólar que merece algún tipo de intervención para evitar la escalada que toque el techo de la banda”. Desde ABC Mercado de Cambios afirmaron que el mercado sigue condicionado por la intervención del Tesoro, “con una clara postura vendedora en $ 1.362 que funciona como muralla y limita la suba”.
El "techo de Quirno"
El “techo de Quirno” de $ 1.362, sin embargo, se ubica por debajo del nivel actual del dólar mayorista y de las proyecciones del mercado de futuros. Esta discrepancia refleja la tensión entre la estrategia oficial de estabilización cambiaria y las expectativas de los inversores.
El director del Banco Central, Federico Furiase, salió a defender la decisión del gobierno de intervenir en el mercado de cambios con los dólares que el Ministerio de Economía tiene depositados en la entidad rectora del sistema financiero, y consideró que la inestabilidad que se registra en los mercados está “encapsulada” en el momento político electoral.
“El Tesoro tiene la munición suficiente para atender problemas de liquidez en el mercado”, afirmó en el marco de una charla que brindó para la Asociación de Aseguradores de Vida y Retiro de la Argentina (Avira).
“En el piso, el Banco Central vende pesos; en el techo, compra pesos. Pero dentro de este concepto de libre flotación entre bandas, el Tesoro ha adquirido unos u$s 3.000 millones: los primeros u$s 1.500 millones mediante la colocación de bonos a un precio promedio de $ 1.130, y los segundos u$s 1.500 millones a través de compras en bloque, a un precio promedio de $ 1.250”, precisó.
Al rechazar las críticas recientes del exministro Domingo Cavallo, quien acusó hace unos días al Palacio de Hacienda de “improvisación”, el director del Banco Central subrayó que el programa de Gobierno “fue diseñado en distintas etapas justamente para tener la macro blindada en contextos que podrían complicarse por el lado político o internacional”.
Las acciones argentinas en Wall Street rebotaron hasta 5%, mientras que los bonos argentinos exhibieron mayoría de subas. El riesgo país cerró el miércoles con una leve baja de 5 unidades, a 893 puntos básicos, después del salto del 8,3% que pegó el martes, cuando tocó su nivel más alto desde mediados de abril.
Se cortó el crédito
La crisis ya afectó el financiamiento en pesos al sector privado, que mostró en agosto una clara señal de deterioro. El crédito a empresas cayó 2,3% mensual real, la primera baja después de 15 meses consecutivos de crecimiento. El retroceso se explica, sobre todo, por la marcada contracción en los adelantos en cuenta corriente, que se desplomaron 10,3% mensual real.
Según la consultora LCG, además de la suba de tasas, influyó la recomposición de liquidez tras el pago de aguinaldos en los meses previos.
La consultora de Emmanuel Álvarez Agis, PxQ, remarcó en la misma línea, que este nivel elevado de tasas producto de la salida de las Lefi afectó la economía real.
La tasa de adelantos a compañías saltó de 36% nominal anual a 85%, lo que derivó en un “apretón monetario” que explica la caída del crédito corporativo. En este sentido, calculó que, desde mediados de julio, los préstamos a empresas “acumulan una contracción del 6,6% en términos reales”.
Guillermo Barbero, socio de First Capital Group, también habló de la caída en los créditos en pesos tras la suba de tasas: “En relación a los préstamos comerciales, se reflejó una caída mensual en términos nominales del 1,3%”. En términos reales, la baja mensual fue del 3,2%, dijo.
Los pronósticos de los gurúes
Los gurúes del mercado elevaron sus pronósticos de inflación para lo que queda de 2025, en medio de la creciente volatilidad financiera desatada tras el cambio de esquema monetario. Para agosto pronosticaron 2,1%.
De este modo, los participantes del último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado por el Banco Central (BCRA), que incluyeron consultoras, centros de estudios y bancos, aumentaron en 0,4 puntos porcentuales su proyección para el mes que acaba de terminar, respecto de la encuesta anterior.
Para los meses siguientes los incrementos fueron más acotados e incluso la proyección de octubre se mantuvo sin cambios. De este modo, el sector privado espera que el Indice de Precios al Consumidor (IPC) se mantendrá, con oscilaciones, en torno al 1,8% hasta enero.
Para el acumulado de 2025 ahora estima un 28,2%. Esto es 0,9 punto porcentual más que en el REM previo. Sin embargo, para los próximos doce meses, el pronóstico retrocedió 0,2 punto, hasta el 20,9%.
Además, la estimación para el crecimiento del PBI de 2025 se recortó desde el 5% hasta el 4,4%, como resultado del “apretón monetario”.