Las pymes argentinas eligieron el financiamiento en el mercado de capitales como forma de hacerse de fondos frescos durante 2022, año en el cual el uso de instrumentos bursátiles fue récord en este segmento.
Por Facundo Budassi
El valor del mercado de capitales argentino alcanzó, con todos sus instrumentos, un total de u$s 5.658 millones.
Las pymes argentinas eligieron el financiamiento en el mercado de capitales como forma de hacerse de fondos frescos durante 2022, año en el cual el uso de instrumentos bursátiles fue récord en este segmento.
A pesar de que las tasas del mercado tradicional bancario resultaron más atractivas las pequeñas y medianas empresas optaron por capitalizarse mediante instrumentos alternativos, según reveló un informe elaborado por el Centro de Estudios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
El 98,2% del total de empresas registradas en Argentina - unas 528.700 entidades- son pymes, y durante el año pasado captaron u$s 2.262 millones del circuito financiero. Esa cifra implica un crecimiento del 43,9% respecto al 2021 y el mayor valor de apalancamiento en ocho años, representando así un incremento del 161,9% durante dicho período.
Más aún, no sólo el monto total de financiamiento, en valores absolutos, captado para estas empresas evidencia una importante suba entre 2021 y 2022 - por cifras de u$s 690 millones-, sino también su participación sobre el volumen total se ha incrementado significativamente: pasando del 24,8% en 2021 al 40,0% en 2022.
El relevamiento indica que la evolución del financiamiento al sector que más empleo genera en Argentina demuestra una clara tendencia alcista en el período que comprende los años 2015-2022. Entre 2015 y 2019 se observa un período de crecimiento continuo en los montos para pymes, hasta superar los u$s 1.500 millones anuales.
Posteriormente, se destaca una fuerte contracción ocurrida a causa de la pandemia de Covid-19 en el 2020, donde la merma llegó a ser del 25,9%. A partir de entonces, se da una fase de recuperación significativa a lo largo del 2021 - presentando un 31,7% interanual-, situación que se mantuvo durante el año 2022 y alcanzó el techo histórico de los u$s 2.262 millones.
En cuanto a la composición del financiamiento al sector empresarial, el 89,1% se halla conformado por los cheques de pago diferido -DCP- y pagarés avalados -PA-, los cuales registraron montos colocados por u$s 1.046 y u$s 943 millones, respectivamente durante 2022.
En segundo lugar, las obligaciones negociables -ON- y los Fideicomisos financieros - FF- tienen una participación del 4,5 y 4,7% respectivamente sobre el total financiado. Por último, los fondos comunes de inversión mantienen una participación minoritaria en torno al 1,7%.
Pese a la elección del sector empresario, el financiamiento a través del mercado de capitales se tornó más costoso a lo largo del 2022 en comparación al sector bancario tradicional. Particularmente, a comienzos del año, la tasa de descuento de documentos que cobra el sistema bancario se encontraba en un 17,9% por debajo de la tasa de los cheques de pago diferidos, instrumento predilecto de la financiación bursátil. La disparidad concluye en 2022 con una diferencia del 20,4%.
El valor del mercado de capitales argentino alcanzó, por medio de todos sus instrumentos, un total de u$s 5.658 millones, la segunda cifra más baja de los últimos 12 años, ubicándose en un 10,7% en la comparativa con el periodo 2021.
A pesar de ello, el sector bursátil local logró mantener una racha alcista evidenciando signos de una recuperación parcial significativa. En este sentido, el S&P Merval y el S&P Byma General incrementaron su valor en dólares en un 142,0 y 143,6% durante el año, respectivamente.
El 71,5% del total del financiamiento del mercado de capitales se concentró en dos instrumentos: las obligaciones negociables y los cheques de pago diferido. Todos los restantes componentes, individualmente, presentan una participación significativamente menor: pagarés avalados -16,9%-, fideicomisos financieros - 10,9%-, facturas de crédito electrónicas-0,6%- y fondos comunes de inversión cerrados - 0,2%-. En cuanto a la suscripción de acciones, las colocaciones fueron nulas para todos los meses de 2022.
La estrella de estas siete herramientas, en cuanto a montos colocados, fueron los pagarés avalados que crecieron en un 310% en su comparativa anual. Por su parte, los fondos comunes de inversión cerrados y las obligaciones negociables muestran una caída del 68,0 y 38,8% respectivamente.
De acuerdo al informe, la evolución mensual de los montos de financiamiento captados entre el período 2010-2022 guardan una atenta relación con la actividad económica nacional. Es decir que, existe una cierta sincronicidad procíclica entre los volúmenes captados y la economía nacional. Ambas variables presentan un comportamiento tendiente a moverse en el mismo sentido.
En el mediano plazo, el financiamiento total mostraba una tendencia alcista, con un quiebre en 2018 y una recuperación continua desde entonces que ha dejado su nivel un 40,3% debajo del pico registrado en 2017
Si se desea cuantificar la importancia del sector financiero dentro de la economía, el mismo representa , para el 2022, al 2,0% del PBI, valor que se iguala al promedio de los últimos diez años. Sin embargo, esta cifra se encuentra aún por debajo del pico histórico observado en 2017, en el cual dicho número llegó a ser del 2,8, en medio de una gestión económica caracterizada por la valorización financiera.
Por Claudio Berón