“Llegamos hasta acá, con el auto un poco rayado, pero llegamos”. Con cierta ironía, el vicepresidente del Banco Central, Sergio Woyecheszen, describió el agitado viaje de la economía a través de un año de pandemia, recesión y presiones devaluatorias, hasta la actual estabilidad cambiaria.
Durante una conferencia organizada por el Banco Municipal de Rosario, en el marco de la celebración de su 125º aniversario, el funcionario destacó que “hoy el BCRA compra dólares, hay estabilidad cambiaria y financiera y los productores liquidan”. Subrayó, además, que la situación fiscal se está consolidando, tanto por el lado de los ingresos como de los gastos. En ese marco, estimó que los salarios se van a ir recuperando y, con ellos, el nivel de actividad y la inversión.
Trazó también la agenda de mediano plazo: asegurar la actual estabilidad, absorber la liquidez generada por la pandemia, armonizar las tasas de interés, fortalecer las exportaciones, y alcanzar un acuerdo económico y social para ordenar la puja distributiva que acompaña la reactivación. En palabras que citó del ministro de Economía, Martín Guzmán, “avanzar en la normalización de la economía”.
El funcionario recordó que la Argentina entró a la pandemia con más de dos años de recesión a cuestas, una inflación de 54% anual en 2019, una tasa de pobreza del 35%, altas tasas de interés y una crisis de deuda fenomenal.
“Con ese escaso margen fiscal, financiero y externo, y en medio de la reestructuración de la deuda, hubo que afrontar los costos de la pandemia”, recordó. Y señaló que el Banco Central le “cantó truco” a la crisis, al verse obligado a financiar al Tesoro en un 7,6% del PBI para que el gobierno desarrollara políticas anticíclicas. “Se puso al límite de la carta orgánica la transferencias por utilidades y adelantos transitorios”, describió.
Pero, además, “hubo que cantar retruco” y sostener con capital de trabajo a las empresas que, ya golpeadas, vieron derrumbarse el nivel de actividad. “El sistema financiero, que venía ganando con sólo apretar un botón para prestar al BCRA, tuvo que readaptar sus estructuras y asumir el desafío”, señaló. Y, según dijo, lo logró: “Se revirtieron dos años de caída de crédito y aumentaron 70% los créditos a mipymes”.
Esta artillería tuvo repercusiones en el frente cambiario, presionado por la aceleración de la demanda privada de dólares para pagar importaciones y cancelar parte de los u$s 18 mil millones de deuda que contrajo el sector privado en los cuatro años anteriores. Frente al crecimiento de la brecha cambiaria y con una fuerte expectativa de devaluación, los exportadores retrasaban las liquidaciones. El BCRA respondió con regulaciones “que ojalá no hubieran sido necesarias”, mientras que Economía apostó a recrear el mercado de capitales local para financiar al Estado y quitar presión sobre el tipo de cambio. Con todo el paquete, incluido el arbitraje en el dólar paralelo, “se pudo hacer un puente para enero y febrero, que son dos meses muy duros”.
BCRASergio-Woyecheszen1.jpg
“Hoy el BCRA compra dólares, hay estabilidad cambiaria y financiera y los productores liquidan”, señaló Woyecheszen, quien se mostró confiado en que esta estabilidad se mantendrá. Así, aseguró, los salarios se van a ir recuperando y, con ellos, el nivel de actividad y la inversión.
Desde ese piso, la agenda que viene pasa por articular las estrategias en los frentes fiscal, externo, financiero y distributivo. En el plano financiero, el camino es la armonización de la tasa de interés para premiar el ahorro en pesos, sin ahogar al sector productivo. En cuanto a los desafíos distributivos, el vicepresidente 1º del BCRA apostó a la concertación que impulsa el gobierno nacional, para “normalizar” la economía y lograr que crezcan “ la actividad, el empleo y el salario sin caer en la restricción externa”, ya que “cuando el PBI crece un punto las importaciones crecen tres”.
Reducir la dominancia fiscal, fortalecer las exportaciones y anclar las expectativas forman parte de la agenda para alcanzar esta “normalización, sin atajos y paso a paso”.
Por otra parte, el vicepresidente del Banco Central aseguró ayer que los dólares adquiridos en los últimos meses, y que no sumaron a las reservas, se destinaron al pago de deuda pública y a la demanda para pagar deuda privada. Relativizó así la intervención oficial en el mercado del dólar Bolsa. “Fue importante para la estabilidad cambiaria, en su momento la Ansés estuvo muy activa y hoy esa posta la tomaron los propios agentes del mercado”, señaló. También destacó la flexibilización de las regulaciones para adquirir dólares para la importación. “Hoy son pocos los sectores con problemas”, dijo.