Se acercan las elecciones Paso y la dolarización de carteras se incentiva. Gracias al tipo de cambio preferencial para el maíz y otros productos, el Banco Central logró captar su parte: compró u$s 168 millones en un día y sumó u$s 1.053 millones desde que se sancionó el nuevo régimen. En el sector privado, la carrera entonó a los mercados paralelos, en los que la cotización viene en suba. El blue sigue siendo la vedette. Cerró el jueves con una suba de $ 10, alentado en parte por las restricciones que dispuso el gobierno a la operatoria en el segmento bursátil.
El miércoles por la noche, la CNV dispuso restricciones para operar en el mercado del dólar financiero. La medida derivó la demanda hacia un entonado blue, que llegó a subir $ 17, a $ 577, aunque luego desaceleró y cerró finalmente con un avance de $ 10, para cerrar a $ 570. En el segmento bursátil, el contado con liquidación (CCL) subió 1,4%, a $ 576,70; mientras que el MEP ganó 0,3%, a $ 514.
La disparada del dólar ilegal es la tapa de todos los días, en el marco de una situación de tensión en el mercado de cambios. No obstante, distintos economistas señalan que la espectacularidad de la suba en términos nominales encripta un reacomodamiento frente a la inflación de los últimos meses.
El economista Alfredo Romano, por ejemplo, señaló que la cotización actual está lejos del llamado nivel de “dólar pánico” que se experimentó en otros momentos de esta gestión de gobierno. Citó la corrida de octubre del 2020, con un nivel que, actualizado, llegó a $ 857. En la misma comparación, este indicador llegó a $ 682 el 22 de julio, cuando renunció Martín Guzmán. “Te diría que todavía hay mucho espacio frente a un escenario de mayor incertidumbre”, dijo.
Un informe de LP Consulting explicó que el vistoso desplazamiento del blue a $ 560 “no fue una suba sino una oscilación alrededor del nivel real que tiene desde que asumió el ministro Massa”. En ese sentido, aclaró que “no está caro, con lo cual, puede seguir subiendo sin que necesariamente sea una crisis cambiaria”.
Recordó que el dólar paralelo había terminado junio con una cotización en $ 490 y en julio aumentó un 14%, un porcentaje que no alcanza a la inflación si se tiene en cuenta que la cotización “estuvo oscilando entre $ 470 y $ 490” entre abril y junio. Esto “lleva a pensar que más que suba es un reacomodamiento”, agregó.
Apuntó que el momento en que más caro estuvo el dólar paralelo, medido en términos reales, fue en octubre 2020, cuando el precio nominal era de $ 170. Luego tuvo un respiro y durante un largo período la inflación siguió subiendo pero el dólar paralelo no acompañó. A finales de junio 2022, cuando el blue estaba “bastante apreciado” se produjo la crisis que terminó con la salida de Guzmán del Ministerio Economía. En ese momento el paralelo superó los $ 680. “Aquí entra el ministro Massa que, más o menos, controla la situación y logra mantener el dólar paralelo en el nivel de lo que hoy son los $ 560 actuales”, señaló LP Consulting.
El oro y el barro
Con el nerviosismo electoral agitando la city, el Banco Central tuvo que aclarar que no vendió oro de las reservas para pagarle al FMI. En un comunicado, salió al cruce de un informe de la consultora 1816, que sugirió que la entidad había achicado 11% su posición en oro en la última semana de julio.
La autoridad monetaria remarcó que “mantiene la misma posición en dicho metal”. Y se quejó porque “no es la primera vez” que se intenta instalar la idea de que el BCRA se desprendió de la tenencia de oro. “No ocurrió en el pasado ni ocurrió en esta oportunidad, los pagos al FMI se hicieron como se comunicó, con créditos puentes de CAF y yuanes”, enfatizó.
Por otra parte, el índice S&P Merval cayó 1% y sumó la cuarta rueda consecutiva con resultados negativos, mientras que las acciones de empresas argentinas (ADRs) que cotizan en Nueva York operaron con altibajos. Los bonos en dólares finalizaron con bajas de 20 centavos en promedio.