Dicen que los sueños mas allá del arco iris se hacen realidad, hoy a vos se te cumplieron. No pasa un solo día en que Taiel no pregunte por su Babela y que yo me pregunte por qué. Mamá, mientras yo viva tu corazón vivirá en mí. Gracias por todo lo que nos diste: la peleaste hasta el final, ahora descansá en paz. A casi tres meses de tu inesperada partida quiero agradecer a los doctores Pire, Sevilla, Cruz y Alonso, a las médicas de guardia de Pami I, a las enfermeras del Hospital Español y Pami I, al doctor Bonansea y la doctora Mastrota, a la doctora José, a Lorenzo y Carlos de Emerger, a Ramona, y especialmente a los doctores de Ecco Johnlucho, Roldán y Consolino, a quienes les pido disculpas por el mal momento vivido. En nombre de mi mamá, Vicenta Avellino, les doy las gracias por el buen trato, el empeño y sobre todo el amor que recibió de todos, que para ella fue lo más importante.