En las imágenes que se difundieron en los últimos días, no se ven escenas de tensión, sino por el contrario, de confianza en los equipos de rescate. El gran secreto de la espera y de una administración extrema del agua y del oxígeno fue la meditación.
Rescatan a once chicos en Tailandia
"Se encuentran mentalmente estables, lo que está bien. El entrenador Ekapol Chanthawong supo mantener tranquilo y unido al grupo gracias a la meditación", lo que ha tenido un efecto tranquilizador, analizó ante medios locales el buzo belga Ben Reymenants, quien participó en las operaciones de salvamento.
La práctica de la meditación es muy común en este país budista, por lo que pudo ayudar a que no estallara el pánico o el miedo entre los chicos durante las largas jornadas de tensión. Ekapol fue monje budista durante diez años antes de dedicarse al entrenamiento de jóvenes jugadores de fútbol.
Según los oficiales del rescate, Ekapol es uno de los más débiles del grupo, en parte porque en los primeros días les dio a los jóvenes la ración de comida y de agua que llevaba con él. Además de meditación, les enseñó también a los chicos a conservar la mayor cantidad de energía hasta que los encontrasen.