Este 2025 nos encuentra celebrando el Tricentenario de Rosario, una ciudad que no sólo es parte de la identidad santafesina, sino también del corazón productivo y cultural de la Argentina. Quiero, antes que nada, contarles que escribo como alguien que siente a Rosario como propia. Yo nací en Hughes, en el sur de la provincia, pero aquí estudié, me recibí y desarrollé buena parte de mi vida. En estas calles aprendí a querer a esta ciudad con la fuerza de quien la camina todos los días, y con la gratitud de saber que Rosario me dio oportunidades y vínculos que marcaron mi historia.
En este tiempo, hemos trabajado juntos para que Rosario pueda comenzar a dejar atrás los años más difíciles en materia de violencia. Sabemos que la inseguridad fue _y aún es_ un problema doloroso, que golpeó la vida de miles de familias. Pero también sabemos que cuando un gobierno se planta con decisión, articula con la Justicia y convoca a las fuerzas federales a trabajar en conjunto, los resultados se ven. Los índices de violencia en la ciudad han bajado de manera significativa en los últimos 22 meses. No es un punto de llegada, sino una demostración de que con convicción política, con coraje y con coordinación, podemos enfrentar el crimen organizado y recuperar la paz que los rosarinos merecen.
No se trata sólo de estadísticas: se trata de que cada familia pueda vivir un poco más tranquila, de que el turismo vuelva a elegir Rosario, de que los comerciantes puedan abrir sus persianas con esperanza. Hoy podemos decir con orgullo que la ciudad volvió a recibir a miles de visitantes que se animaron a recorrer su costanera, a disfrutar de sus parques, a visitar sus museos y a participar de los grandes eventos culturales y deportivos. El turismo creció, y ese crecimiento es consecuencia directa de haber trabajado para devolver la seguridad como condición de desarrollo.
Rosario en obras
Rosario también es presente y futuro en obra pública. Desde el gobierno provincial estamos invirtiendo en infraestructura que no sólo mejora la calidad de vida, sino que genera empleo y dinamiza la economía local. El Acuerdo Rosario, con más 35 obras estratégicas en la ciudad, es una señal clara de ese compromiso: el avance del Hospital Regional Sur, la ampliación de la avenida Jorge Newbery, las mejoras en la pista del aeropuerto que permitirán, desde el próximo año, tener conexión aérea directa con Europa, son transformaciones que consolidan a Rosario como una ciudad de escala internacional.
A esto se suman obras que ponen a Rosario en el mapa de los grandes eventos deportivos del continente: el Estadio Multipropósito Arena y el microestadio del predio Jorge Newbery, dos infraestructuras modernas y de jerarquía que serán sede de competencias de los Juegos Suramericanos 2026 y que quedarán como legado para los rosarinos, potenciando también la actividad cultural y recreativa de la ciudad. Junto con ellas, y con el tercer carril de la autopista Rosario-Santa Fe, estamos construyendo una red de infraestructura que fortalece la producción, la logística, el turismo y el empleo. Son obras visibles, que avanzan, que marcan una diferencia con la parálisis de años anteriores.
Quiero que Rosario sea reconocida como la capital productiva del país. Porque aquí laten las industrias, el comercio, el conocimiento, la innovación tecnológica, el talento cultural y deportivo. Aquí están los puertos que conectan al interior con el mundo. Y aquí hay mujeres y hombres que, con su esfuerzo, son capaces de empujar el destino de toda la Argentina. Ese es el desafío que me propuse desde el inicio de mi gestión: que Rosario se transforme en sinónimo de producción, de trabajo y de oportunidades.
Los rosarinos saben bien lo que significa levantarse después de cada golpe, reconstruirse después de cada crisis, soñar con futuro cuando otros sólo quieren sembrar resignación. Rosario es lucha y esperanza, y por eso es un honor para mí ser gobernador en este momento de su historia tricentenaria. Lo hago desde mi raíz en Hughes, pero también desde mi corazón formado en Rosario.
Hoy, como hace 300 años, Rosario nos convoca a ser protagonistas de nuestra propia historia. Y quiero que todos los santafesinos sepan que, desde el gobierno provincial y desde cada lugar que nos toque, vamos a seguir poniendo a esta ciudad en el centro de la agenda, como símbolo de lo que podemos lograr cuando trabajamos unidos. Porque cuando Rosario crece, crece Santa Fe. Y cuando Santa Fe se fortalece, se fortalece la Argentina.
Rosario, feliz Tricentenario. Que estos tres siglos de historia nos inspiren para seguir construyendo juntos la ciudad productiva, segura y pujante que nuestros hijos y nietos merecen.