Argentina es el único país de América latina que se ubica en los niveles altos de dominio del idioma inglés. De acuerdo con el índice English First English Proficiency (EF EPI), el país alcanza 58,40 puntos, casi a la par de una nación como Alemania, cuyo índice de dominio del inglés es de 61,58.
Esto quiere decir que los adultos de Argentina — según el estudio— pueden "hacer una presentación en el trabajo", "entender un programa de televisión" y "leer el periódico", de acuerdo con las habilidades contempladas en el nivel alto de inglés del índice EF EPI.
Estos son algunos de los datos que aporta el documento "El Aprendizaje de Inglés en América latina" que se divulgó ayer y que se propone aportar "un panorama del aprendizaje del inglés en 10 países de América Latina". Además de Argentina, los países considerados son Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Perú y Uruguay.
El trabajo fue elaborado por el Diálogo Interamericano, un centro de análisis de políticas públicas para temas claves de desarrollo en la región, y Pearson, la mayor corporación global de servicios y contenidos educativos, uno de cuyos focos es el aprendizaje y la enseñanza del idioma inglés.
Los buenos resultados argentinos en dominio del inglés contrastan con una de las conclusiones centrales que muestra el documento: que Argentina, además de Brasil, son los dos países latinoamericanos, entre los 10 estudiados, con peores políticas públicas educativas en materia de enseñanza y aprendizaje del inglés en la escuela primaria y secundaria.
Argentina carece de políticas públicas centrales. La enseñanza del inglés no es obligatoria por ley y las evaluaciones de rendimiento de los estudiantes son muy pobres, ya que el país no cuenta con estándares de medición, es decir una especie de metro patrón del dominio del inglés que sea compartido por otras sociedades.
Tampoco el sistema educativo argentino se ha fijado metas de dominio del idioma de acuerdo con esos estándares y tampoco realiza evaluaciones estandarizadas del aprendizaje.
Chile, en cambio, avanza lentamente pero de manera sostenida. Es el país que más claramente tiene instaladas las políticas de evaluación estandarizada y donde se implementan políticas educativas públicas para su mejora basada en la evidencia recogida en las pruebas. Así, es posible realizar extrapolaciones y constatar el progreso.
¿Cómo y por qué se da la paradoja en Argentina? El director del programa de educación del Diálogo Interamericano, Ariel Fiszbein, sostuvo que "el buen nivel de inglés de Argentina en estas pruebas es el resultado de un alto nivel de desigualdad" social.
La hipótesis del especialista es que el buen resultado es fruto de un sesgo de nivel socioeconómico: quienes toman esas pruebas son los sectores de mayores ingresos, más capital cultural y mejor inglés.
"Se trata de un segmento de la población con buen nivel de inglés en base al esfuerzo privado, la escuela privada bilingüe, los viajes al extranjero. Pero el resto de la población, de sectores más desfavorecidos, habla peor inglés y eso es por la falta de políticas públicas en idioma inglés, que terminan afectando a los chicos de bajos ingresos", afirmó Fiszbein.
La distancia en el conocimiento entre Capital Federal y las provincias del interior más distantes sería abismal.
La otra dimensión central en la que también falla Argentina es la cualificación de los docentes cuyo inglés no persigue metas de dominio ni es evaluado en esos términos.
"Los profesores en América Latina muestran bajo nivel de dominio" del inglés, se afirma en el trabajo. Tomando como estándar de medición del nivel de manejo del inglés el reconocido Marco Común Europeo de Referencia (Mcer) que distingue seis niveles de competencia —C2 y C1 los dominios de usuario competente; el B2 y B1 de usuario independiente y el A2 y A1 de usuario básico—, sólo Uruguay fijó como meta los máximos niveles C2 y C2 para sus profesores de inglés pero el plazo para alcanzarla es 2030, trece años por delante. En el presente, el estándar del ministerio de Educación de Chile es un dominio B2, es decir que sus docentes de inglés deben ser usuarios independientes.
Argentina, en cambio, no cuenta con ningún marco de medición ni fija metas de dominio estandarizadas de inglés para sus docentes de inglés.
Business y Toefl
La investigación aporta otros datos que en primera instancia ratifican las buenas noticias para Argentina.
En el capítulo 1, donde se expone el presente del aprendizaje del inglés en América Latina, también figura el ránking de dominio del idioma según otro índice, el Business English Index, que evalúa el dominio del inglés en el mundo del trabajo, que contempla cuatro niveles: avanzado, intermedio, básico y principiante.
En este caso, ninguno de los países evaluados se ubica en los niveles avanzado o intermedio. Pero Argentina, nuevamente y a pesar de todo, es de los países con mayor dominio del inglés, junto a Uruguay: ambos países presentan un nivel básico, es decir, los trabajadores usuario de inglés son "capaces de entender y expresar problemas y soluciones pero no logran asumir un papel importante en discusiones y tareas complejas".
El resto de los países apenas tiene un nivel de principiante. Sus usuarios en el mundo laboral son "incapaces de comunicarse y de entender información en un contexto de negocios aunque pueden leer y comunicarse con frases sencillas", según se describen los niveles del índice Business English.
Argentina y su nivel de inglés vuelve a lucirse en el ránking del tradicional Test of English as a Foreign Language (Toefl), un clásico entre jóvenes y adultos que quieren ingresar a universidades extranjeras, también incluido como evidencia en el informe de Pearson y el Diálogo Interamericano.
En esta caso, el inglés de América Latina se muestra más sólido, con un puntaje promedio de 85 puntos sobre un total de 120. En América Latina, el ránking según el puntaje promedio obtenido por sus adultos en el Toefl está liderado por Uruguay con 94 puntos y le sigue Argentina con 91 puntos, lo mismo que Costa Rica. Brasil aparece en el cuarto puesto; México, en el séptimo; Perú, en el octavo y Chile aparece en el puesto 13, con algo más de 80 puntos. Venezuela es el último país del ránking.
En todos los casos en América Latina, como sucede en otras regiones según explica el informe, la expresión oral muestra mayor nivel que la escrita.
La enseñanza del inglés no es obligatoria y las evaluaciones a los
estudiantes y docentes son muy pobres