La última película del director finés Mika Kaurismaki, “Un amor cerca del paraíso”, se estrena hoy en Rosario, en un film en el que se convoca el placer por la buena comida, el hermoso paisaje de Laponia y el encuentro de diferentes culturas, promoviendo el buen espíritu. “Este film, a su manera, es sobre la globalización, pero en un sentido positivo. Un encuentro sorprendente entre dos personas normales de muy diferentes culturas y que, en última instancia, transforman y abrazan sus mundos”, dijo Kaurismaki.
Se trata de un relato sobre el amor entre un migrante chino y una mujer residente en un pueblo de Laponia, que bajo una aparente liviandad toma posición contra los discursos de odio, el racismo y las ideologías reaccionarias que ganan terreno en todo el mundo.
Mika Kaurismaki, hermano mayor del más reconocido Aki Kaurismaki (“El otro lado de la esperanza”, “La chica de la fábrica de fósforos”, “El puerto”), establece la dificultosa relación entre Cheng (Chu Pak Hong) y Sirkka (Anna-Maija Tuokko), dos personas emocionalmente rotas que encuentran en el otro la posibilidad de un posible nuevo comienzo.
Un amor cerca del paraíso - Tráiler subtitulado
“Un amor cerca del paraíso” aborda el sorprendente encuentro entre personas de muy diferentes regiones. Tras la muerte de su esposa, el chef profesional Cheng viaja con su hijo pequeño a un pueblo remoto en Finlandia para reencontrarse con un viejo amigo finlandés, a quien conoció en Shanghai.
Al llegar, su vida cambia por completo. Nadie parece conocer a su amigo pero la joven y atractiva dueña del restaurant local, Sirkka, le ofrece hospedaje por unos días. A cambio, Cheng la ayuda en la cocina sorprendiendo a todos, pobladores y turistas, con las delicias de la comida china. Gradualmente, Cheng se convierte en un célebre miembro de la comunidad. Cuando su visa turística está a punto de vencer y la policía amenaza con deportarlo, Sirkka y los demás lugareños buscan la forma de ayudarlo a quedarse.
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Padre e hijo. El film de Kaurismaki tiene momentos de alta emotividad.
“Es una película en apariencia pequeña, pero con muchas capas y temas que reflejan el mundo de hoy. Ahora que el mundo vive en una época de incertidumbre y muchos dictadores enfermos que están en el poder están tratando de dividirlo, quería hacer una película que una a la gente”, dijo el realizador.
Y agregó: “La globalización es la palabra del día y, a menudo, deja un cierto sabor negativo o crítico. Este film, a su manera, es sobre la globalización, pero en un sentido positivo. Un encuentro sorprendente entre dos personas normales de muy diferentes culturas y que, en última instancia, transforman y abrazan sus mundos”.
El film se basa en gran medida en la atmósfera, los detalles y la vibración bajo la superficie. Estilísticamente es, de algún modo, simplista, imparable, y su apariencia general es deliberadamente benévola. El paisaje del film, sus locaciones, son una parte esencial de su atmósfera.
“Quise ubicar la historia en Laponia, una región visualmente hermosa y exótica, pero también despojada y reveladora, en la que el hombre es forzado a enfrentarse a la naturaleza y a sí mismo. Pero «Un amor cerca del paraíso» es, por sobre todo, un film de actores; les di el espacio para que construyeran cuidadosamente sus roles en cada detalle. Por supuesto, los diálogos tienen gran importancia, pero también dejé mucho entre líneas, en la mirada y la presencia de los protagonistas”, concluyó el director finés.