En medio de la negativa de algunos hoteles de Buenos Aires y Montevideo de hospedarlo por sus declaraciones públicas respecto al conflicto entre Gaza e Israel y del repudio de legisladores de Juntos por el Cambio a su visita a Argentina, en donde planea realizar el próximo 21 y 22 de noviembre una serie de conciertos en River, Roger Waters rechazó ser antisemita y ratificó su condena a “lo que hace el gobierno israelí”.
El ex Pink Floyd concretará el décimotercer River en sus visitas a Argentina para ubicarse como el artista con más presentaciones en el emblemático estadio. En el tour “This Is Not a Drill” con el que pone punto final a su imponente trayectoria, propone un espectáculo audiovisual conceptual con unas 20 canciones de Pink Floyd de los álbumes “The Wall”, “Dark Side of the Moon”, “Animals” y “Wish You Were Here”, en una retrospectiva que alcanza a su presente con repertorio del más reciente “The Bar” (2022).
“Yo sé muy bien lo que siento en el corazón, y no he tenido un solo pensamiento antisemita en toda mi vida. Lo que condeno es lo que hace el gobierno israelí, y lo seguiré condenando porque está mal, y estuvo mal desde el comienzo. Bueno, se terminó el tiempo: ¡Detengan el genocidio ahora! Lo más fácil es señalarme como antisemita, y es porque no tienen un compás moral, no pueden tener un argumento sólido desde el lado israelí de la cuestión. Están cometiendo asesinato, están cometiendo genocidio, están oprimiendo a otro pueblo”, dijo el exlíder de PInk Floyd en una entrevista al diario Página/12.
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“Tratan de silenciarme porque creo en los derechos humanos”, dijo el músico.
Y añadió: “Es una limpieza étnica que vienen ejecutando desde hace 75 años, desde el día uno de la nakba. Han matado a cientos y cientos de personas, han cometido atrocidades, masacres que vienen sucediendo desde entonces. No más. Se terminó. ¿Pero encerrarme, mandarme a dormir al establo? ¡Es tan estúpido! Es una locura que la gente en Argentina acepte este sinsentido del Faena y el Four Seasons, y cómo se llamen los otros hoteles. Es absurdo. ¡Deberían pensar un poco más y comportarse como adultos!”.
La polémica se inició cuando el fin de semana ambos alojamientos cancelaron las reservas de habitaciones para el artista y su personal, previstas para los próximos días, del mismo modo que ocurrió en el Sofitel de Montevideo, tras una queja presentada a sus administradores por parte de Roby Schindler, presidente del Comité Central Israelita del Uruguay, en una nota en la que calificaba a Waters de “misógino, xenófobo y antisemita” y lo acusaba de “aprovechar su fama como artista para mentir y vomitar su odio hacia Israel y todos los judíos”.
Acto seguido, un grupo de legisladores de Juntos por el Cambio, encabezado por Sabrina Ajmechet, Alejandro Finocchiaro y José Luis Espert, presentó un proyecto de declaración en el que llama a manifestar “un profundo repudio ante la presencia del cantante en nuestro país”, a partir de una entrevista en la que aseguró que el Estado de Israel “inventa historias” sobre los ataques del grupo islamista Hamas en Israel del 7 de octubre, en los que murieron unas 1.200 personas. Waters dio a entender que el propio Israel podía ser el responsable de los ataques.
Los problemas para Waters comenzaron bastante antes, en ocasión de su actuación en Alemania en mayo pasado, cinco meses previos a los ataques por sorpresa de Hamás contra Israel. En Berlín, la policía alemana puso bajo la lupa el recital donde el músicio lució un atuendo que la policía consideró similar al de un oficial de las SS y en Frankfurt las autoridades cancelaros sus recitales, aunque finalmente se hicieron luego de la intervención de la Justicia que priorizó la libertad de expresión.
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Waters con el pañuelo palestino.
“Tratan de silenciarme porque creo en los derechos humanos y hablo abiertamente del genocidio del pueblo palestino. Y voy a seguir haciéndolo. Porque se está cometiendo un genocidio ahora mismo, todos los días en Franja de Gaza y Cisjordania y todos los territorios ocupados. Y tiene que detenerse. Ha llegado el momento de que todos nosotros en todo el mundo, todos los hermanos y hermanas digan basta. No más. No se le puede permitir a Israel que siga con este repugnante desenfreno genocida”, dijo el músico en la entrevista concedida al diario porteño.
Y prosiguió: “Los Roby Schindler de este mundo tratan de silenciarme porque creo en los derechos humanos y ellos no. Son una sociedad colonial a la que nada detiene, ni siquiera el asesinato en masa, para proclamar su supremacía sobre otros pueblos y otras religiones. La gente del mundo tiene que detenerlos. Como seres humanos es un absoluto deber moral enfrentarse a ellos. Y puede escribir esto: me hace reír, sería realmente muy gracioso si no fuera tan infame, tan repugnante y estúpido”.
La carta de Schindler fue reproducida por el diario El Observador de Montevideo, que también recuerda que el diputado del Partido Colorado, Felipe Schipani, pidió a través de una nota enviada a la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, que remueva el título de visitante ilustre de la ciudad a Waters por su “condición de antisemita”.
“Tenemos que permanecer unidos. Porque negar el genocidio, el bombardeo sobre Gaza, la muerte de 4 mil niños y bebés... Están muriendo niños en Gaza porque no tienen oxígeno en sus incubadoras. Todos deben pararse y decir «Israel, no más. Deténganse ahora mismo. Ustedes se están comportando como animales, ustedes son los monstruos en esta historia, ustedes son los terroristas»”, amplió.
Roger Waters hizo estas declaraciones desde un hotel de San Pablo, en donde optó por permanecer y trasladarse desde allí para los conciertos en Montevideo y Buenos Aires. Incluso, lamentó que tuvo que cancelar una cena prevista con el expresidente uruguayo José Mujica, de quien dijo que era amigo, a raíz de estas complicaciones con su hospedaje.
“Que estos conciertos estén rodeados del lobby israelí, me pone furioso. Está llevando la atención afuera de «This is not a Drill» (nombre de su actual gira), y la música que estoy haciendo desde hace 60 años. Usarlo de una manera que busque sostener el régimen de Israel y el atroz tratamiento a los pueblos originarios, los palestinos, hace que deje de ponerse el foco en estos shows, que serán grandiosos, porque el público de Buenos Aires es fantástico, lo he experimentado antes, y amarán este show”, concluyó.