¡Luz, oscuridad y acción! Las posibilidades del teatro negro son infinitas e invitan al espectador al universo de lo imposible, donde la fantasía y la poética se hacen realidad. La compañía checa de Jirí Srnec, la pionera en el género, llega a Rosario para estrenar la obra "Antología: lo mejor del Teatro Negro", hoy, a las 20, en el Auditorio Fundación Astengo (Mitre 754). La obra recopila escenas de la historia del teatro negro desde su creación en 1961, indagando en objetos inanimados que cobran vida y personajes visibles e invisibles, que transforman el mundo corriente en una experiencia surrealista.
El elenco de Srnec es perteneciente al primer teatro negro del mundo, nacido en Praga, y desde entonces fue visto por más de 5 millones de espectadores. La compañía participó en 77 festivales internacionales de teatro y ha realizado más de 250 giras internacionales en más de 68 países. Actualmente, la dirección de la gira internacional está al mando de Jiri Srnec hijo, quien continuó la creación de su padre, que sigue dirigiendo la obra estable en la capital checa.
Jiri, de 32 años, habla español a la perfección, pausado y con algunas frases en inglés, lo que no le quita mérito al ser un checo-hablante, aunque para él no sea nada: "Aprendí a hablar español durante las giras en Latinoamérica". En su visita a Rosario, el director dialogó con La Capital y reveló los secretos de esta puesta que se caracteriza por tener un fondo negro y donde el espectador solo ve lo que se le permite gracias al juego de luces y los efectos especiales. Objetos iluminados, artículos fosforescentes o personajes flotando serán algunas de las cosas que se verán en esta obra que fusiona multimedia, teatro tradicional, pantomima, danza y circo.
—Tu padre fue el creador del género de teatro negro a nivel mundial. ¿Es cierto que eligió estudiar teatro para o ir al servicio militar, en 1960?
—Sí, mi padre eligió estudiar teatro para no hacer el servicio militar. El teatro negro no nació en China como muchos dicen, sino que nació en Praga. Mi papá conoció la técnica por casualidad. Es difícil para mí explicarlo en español... Cuando estaba estudiando teatro, le propusieron dirigir un sketch corto de unos amigos. En ese sketch, todos los actores estaban vestidos de negro y no se veían ya que no contrastaban con el escenario. Ahí, descubrió que podía utilizar esta técnica para hacer que los actores sean completamente invisibles. En Praga muchos teatros dicen que son los originales, pero los creadores fuimos nosotros. Por eso a veces tenemos problemas, porque la gente se confunde si nos vio. Actualmente, en Praga hay 6 compañías de teatro negro.
—¿Por qué estás reemplazando a tu padre? Sos el responsable de las giras por todo el mundo...
—Es que mi padre tiene 86 años y ya no hace más giras. Así que tomé el mando. Desde el 2003 viajo sin parar. Hacemos muchas giras por China, Europa y Latinoamérica. En Praga hacemos funciones todos los días.
—¿Cómo describís el show que van a presentar en Rosario?
—Es un show antológico, son ocho scketches y cada uno tiene su historia. Todos fueron escritos por mi padre, es una obra muy poética. Es un juego con objetos, en el cual las cosas cobran vida. Mi sketch preferido es uno sobre maletas, que trata de que las personas quieren cada vez más y más cosas materiales. Y al final, nosotros no tenemos a las cosas, sino que las cosas nos tienen a nosotros.
—¿Cómo es el elenco y la técnica que utilizan?
—Somos nueve artistas en total y dos técnicos. Con respecto a la técnica, usamos vestuario de terciopelo negro, que es el mejor material para opacar la luz. Y dos focos con los que iluminamos los colores fluorescentes. En la obra no hay diálogos, sólo música instrumental.
—Para aquellos que nunca lo vieron, ¿por qué no deberían perderse el teatro negro?
—El teatro negro es muy diferente del teatro convencional. El teatro de Shakespeare, por ejemplo, utiliza palabras, y eso tiene fronteras, pero a su vez, un mensaje. Nosotros usamos objetos en vez de palabras. Creo que este género tiene mucho de lo que hacíamos en nuestra infancia, de jugar con las cosas: cuando somos niños todo es posible. Vemos un tacho de basura abierto, por ejemplo, y ya lo dotamos de vida, e imaginamos que es un tacho vivo en busca de basura para alimentarse. Las cosas ya están preparadas para algo. Por ejemplo, una jaula está hecha para contener a un pájaro. Existen muchos tipos de sillas: para sentarse, para dar masajes, o la silla eléctrica para matar. Si pones un cuchillo en el escenario y colocas un pan, va a ser muy diferente que si colocas un animal vivo. Este teatro tiene mucha magia.
—¿A qué público está dirigida esta puesta?
—Depende el país, nos dimos cuenta que el público va cambiando. Por ejemplo, en Alemania, tenemos un público de personas mayores, mientras que en China la mayoría son niños. En Latinoamérica siempre viene toda la familia. El público argentino es muy abierto y muy educado en teatro, no como en China que están todos viendo el móvil. Los argentinos entienden lo que está pasando en el escenario, y eso es muy enriquecedor tanto para ellos como para el artista. En Praga, el público es muy turístico, y es una lástima, porque mi papá no creó este género para que sea sólo para extranjeros.
—¿Por dónde continúan la gira?
—Vamos a estar en varias ciudades argentinas, como Mar del Plata, Capital Federal y Rosario, luego volvemos a Praga, después vamos a Colombia y luego a Grecia.
grandes milagros. Los objetos cobran vida y lo invisible se vuelve visible para despertar la imaginación.