Dirigida por el joven Anthony Leondis, “Igor” es una fantasía inspirada en uno de
los personajes emblemáticos del cine de terror: el jorobado asistente de los científicos locos que,
con sus experimentos alucinados, pretenden dominar al mundo, vencer a la muerte o simplemente
conquistar a la mujer de sus sueños.
Influenciada por clásicos del cine de animación como “La Bella y la Bestia” de
Disney, la película, que mañana se estrena en las salas rosarinas, intenta humanizar a uno de los
villanos estelares de Hollywood desde que Boris Karloff encarnó al temible doctor creado por Mary
Shelley en “Frankenstein”.
Igor, que da título al filme, es el ayudante del Dr. Glickenstein. En un país llamado Malaria
los jorobados tienen el destino de ser convertidos en asistente de científicos locos para lo que
son destinados a una escuela especial donde les enseñan los secretos más oscuros de su sabiduría.
Igor no es la excepción.
Sólo que a diferencia de sus antecesores sus deseos de fama y fortuna lo llevarán a intentar
ganar un concurso de experimentos y monstruos en el que nunca había participado un asistente. El
problema es que su plan es peligroso y puede volvérsele en contra y amenazar el destino del
mundo.
A partir de una trama de aventuras, “Igor” procura reflexionar sobre las capacidades
intelectuales, las apariencias físicas y la tendencia que propone las competencias de talentos como
forma de alcanzar el éxito. Más allá de su visión crítica, el filme se propone como un
entretenimiento.
En su versión original en inglés, la película contó con un reparto de grandes figuras encabezado
por John Cusack, Steve Buscemi, Jennifer Coolidge y John Cleese, lo que la ubicó en el mapa de las
grandes producciones de animación en 3-D, compitiendo con los estudios más importantes de la meca
del cine.
Con una estética que sugiere una ambientación gótica, la fisonomía infantil de sus personajes le
da a la trama la inocencia de los cuentos infantiles. Jalonada por experiencias científicas, la
historia busca ser un pasatiempo que a los chicos les resulte, además de una sana diversión, una
experiencia educativa.
“Igor” es un cuento de hadas que reconoce la inspiración en el filme de Tim Burton
“El extraño mundo de Jack”. Monstruos, invenciones disparatadas, conejos inmortales,
malos malísimos y, claro está, Igors, desfilan en la pantalla con un humor que pendula entre la
oscuridad, el delirio y el slapstick.
Estrenada con gran éxito en Estados Unidos en 2008, “Igor”, una una co-producción
Estados Unidos-Francia (Exodus Film Group, The Weinstein Company), llega a los cines con retraso
pero sin perder su principal atractivo: hacer una crítica de los modelos de belleza que propone la
sociedad de consumo.
La película fue dirigida por Anthony Leondis, quien debutó detrás de cámaras en la secuela de
“Lilo & Stitch”. El guión estuvo a cargo de Chris McKenna, un libretista que se
destacó en su labor en televisión en la serie de dibujos animados “American Dad”.