Es su segunda vuelta por Latinoamérica y Argentina, pero la primera en Rosario. El cuarteto Ketekalles -en parte barcelonés y en parte latinoamericano- desembarcará el jueves 22 de febrero en el barrio de Pichincha, donde sonarán fuerte sus himnos feministas. Con "Antiheroína", su segunda producción, las cuatro mujeres que lo integran vuelven a poner sobre el escenario un mensaje político contundente que toma la agenda de las mujeres y aborda el impacto de los machismos, sino que lo trasciende al ritmo del hip hop, el rock, el pop y los ritmos latinos para hablar de migraciones, capitalismo, infancias y deseo.
Las catalanas Sombra Alor y Ana Toledo, la chilena Cami López y la argentina Nadia Lago Sáez conformaron Ketekalles en 2016 cuando se decidieron a traspasar las fronteras de los géneros con "Remendar el caso", su primer disco que las posicionó como una de las propuestas más llamativas de la escena musical independiente iberoamericana.
Ya recorrieron las ciudades más importantes de Europa y Sudamérica, estuvieron en Argentina el año pasado e incluso en un "sube y baja", como lo llamaron, se escaparon hasta Rosario para tocar unos temas en el Anfiteatro, pero esta es la que cuenta, dicen a La Capital días antes de desembarcar oficialmente en la ciudad y mientras recorren las españolas Burgos, Valladolid y Vigo en "la furgo" en la viajan.
Rosario las espera con "Antiheroína", su segunda producción y el segundo de sus discos grabados en estudio para escucharlas en vivo. Y la cita será este jueves 22, a las 21, en Casa Brava, un clásico de Pichincha, donde el cuarteto desembarcará en el marco de la gira que las llevará también por Córdoba y Santa Fe, y ya en marzo por Chile, Uruguay y otras ciudades del país, como La Plata, Buenos Aires y Baradero, y la capital colombiana en abril.
"La verdad, no podemos creerlo", dicen en cuarteto sobre la gira latinoamericana, y agregan: "¡Nos parece un regalo! El año pasado estuvimos tocando un par de temas en un festival en el anfiteatro, salió muy a último momento pero logramos acomodarlo en la agenda, pero no pudimos ver nada, fue sube y baja desde Buenos Aires, ¡así que esta es la revancha!" .
Antiheroína
"Antiheroína" suena al ritmo del de la rumba, el funk, el hip hop, el pop, el rock y se fusiona con los ritmos latinos y una lírica contundente que hacen del disco una apuesta arriesgada, camaleónica e inquieta. El mensaje las cuatro mujeres lo entonan fuerte y claro, y alzan un discurso poderoso en un viaje musical donde hay a lo largo del recorrido colaboraciones que enriquecen su sonido y hacen de cada canción un himno.
En sus referencias musicales reconocen "un mix bastante interesante la verdad y pasando por todos los estilos", y allí citan "desde folklore latinoamericano que va de Mercedes Sosa y Violeta Parra a mucho rock argentino, su buen flamenco como Peret, la Buika, tambien rap y hasta un Estopa". Y reconocen con gracia lo "difícil!" de la mezcla.
El resultado de todo eso, en lo musical y en el mensaje, es la resignificación de la Antiheroína. "Antiheroína somos somos todas", dicen a través de melodías que logran tocar al corazón, volver a su centro y llegar hasta su herida. Y agregan: "A veces se envenena de ella, pero siempre logra salir porque es una superviviente, sabe que solo necesita confiar y continuar en el intento. No renuncia hasta que un día lo logra, se enciende y comienza a flotar. Desde su vuelo nos mira directamente a los ojos y nos recuerda cómo hacer el pacto con nosotras mismas para amarnos y respetarnos: la valentía la obtenemos cuando nos vulneramos, cuando logramos mirar los ojos de nuestros deseos, ponerlos sobre la mesa y honrarlos para ser libres".
Sobre el mensaje también reconocen los acuerdos entre las propias integrantes y entre "lo que identifica a una y lo que identifica a otra o a más de una", y agregan: "Hay varias cosas en las que tenemos un discurso compartido y coincidimos y en otros nos gusta hablar de ciertos temas con una postura diferente. Pero al final hablamos y hacemos música desde lo que nos atraviesa día a día, a nosotras o a quienes nos rodean".
Eso sin dejar de ver "la realidad está muy cruda y difícil" que las rodea, donde "con la música busca acompañar, que se sienta como un abrazo, hacer comunidad".
Lo cierto es que así siguen recorriendo caminos con esa propuesta para muchos "arriesgada" no deja de lado del todo el camino que ya habían comenzado a transitar desde 2016 casi adolescentes y donde encontraron del otro y de este lado del mundo, en esos ritmos que las llevan y las traen, como los orígenes de sus integrantes. Tiempo de escucharlas.