“La música no para” suele postear Fabián Gallardo en redes y vaya que tiene razón. En un año donde la música fue la gran protagonista del espectáculo, el cantante y compositor de “La música me ayuda”, lanzó “Rosario canta una de Fito”, una producción de contenido multimedia basada en una idea suya en la que 12 artistas locales versionaron temas de Páez en el Salón Carrasco de la Municipalidad, cuya Secretaría de Cultura motorizó el proyecto.
Así, Pablo Pino, Flor Croci, Mica Racciatti Set eléctrico, Ike Parodi, Manu Piró, Mavi Leone, Patagonia Revelde con Franz Funes a la cabeza, Eugenia Craviotto de Mamita Peyote, Muñecas, China Roldán, Yamile Baidón con Oh Happy Band y Gonzalo Aloras aportaron su impronta para que los temas de Fito sumen más kilómetros a su ya extensa y prolífica autopista cancionera.
Y todo sucedió en un 2022 de reencuentro del público con sus artistas. La pandemia se corrió un poquito de la escena para que a esas tablas se suban los músicos. Y así los Coldplay batieron su propio récord con diez River agotados, Fito levantó tres Grammy Latinos e hizo 8 Movistar Arena con el show de los 30 años de “El amor después del amor” más tres Anfiteatros colmados en Rosario; Duki clavó 4 Vélez, Abel Pintos hizo 31 teatro Opera (sí, treinta y uno); y Wos, que se ganó el Gardel de Oro, llenó cuanto estadio se presentó, como la cancha de Argentinos Juniors y el Unico de La Plata. Trueno copó tres Luna Park, la rosarina Nicki Nicole un Movistar Arena, Lali llenó el Luna, Tini el Hipódromo de Palermo y María Becerra hizo pata ancha en GEBA, al tiempo que se dio el gusto de ser la artista argentina más escuchada en Spotify.
Fue un año especial para los argentinos en el popular servicio online, porque tanto Becerra como Bizarrap y Duki se subieron al podio de los músicos de este país que más sonaron a nivel mundial. Bizarrap, con sus ultra difundidas sesiones, llegó al puesto 48 del ranking; Duki en el 71 y María Becerra en el 110.
También fue una temporada de sonidos que fueron ganando públicos, como por ejemplo el género RKT, ese mix de reggaeton, hip hop y cumbia villera cuyos referentes fueron Cazzu, La Joaqui y L-Gante, aunque él se etiquetó con la cumbia 420.
En tanto, las nuevas tendencias traperas dejaron de ser tan nuevas para afianzarse en el mercado, y hubo una artista que siguió apostando por lo suyo y cada vez que sube un disco o un single a las plataformas digitales rompe todo. Se trata de Taylor Swift, que así como sacudió el mercado con “Folklore” en medio de la pandemia de 2020, volvió a ser top ten del año con “Midnights” en Spotify y Billboard.
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Chizzo, la voz de La Renga. La banda de Mataderos copó Newell's.
Gustavo de los Ríos/La Capital
Mientras tanto, La Renga parece hacerle honor al título de su último disco “Alejado de la red”. Sin subirse a ninguna moda de turno, Chizzo, Tete y Tanque vienen movilizando cada lugar donde tocan con su rock sanguíneo desde hace treinta pirulos. Y este año lo volvieron a demostrar en un estadio de Newell’s colmado de fans que llegaron desde los puntos más remotos del país para ver y oír a su banda preferida. Lealtad al palo.
También fue un año de adioses, y aquí no se habla solo de las tristes partidas de Pablo Milanés, Jerry Lee Lewis, Gal Costa, Atilio Stampone, los bateristas Taylor Hawkins (Foo Fighters) y Martín Carrizo (Indio Solari y Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado) y el entrañable Marciano Cantero (Enanitos Verdes), sino de los que les dijeron hasta siempre a los escenarios.
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El último acto. Joan Manuel Serrat llenó el Autódromo. La esquina de El Cairo lleva su apellido y el de Fontanarrosa.
Celina Mutti Lovera / La Capital
Primero fue Kiss en el Campo Argentino de Polo de Buenos Aires con su “End of the Road World Tour” el pasado 23 de abril; después fue José Luis Perales, que hizo el último show en la Argentina el 19 de abril en el Metropolitano de Rosario; y después el Nano Serrat, que el 4 de noviembre inauguró una esquina con su nombre y el de Fontanarrosa en la ochava del bar El Cairo y un día después cantó “Fiesta” por última vez ante un Autódromo colmado.
Parafraseando el tema del catalán, tanto en los recitales como en los festejos mundialistas, en este 2022 “el noble y el villano/el prohombre y el gusano/bailan y se dan la mano sin importarles la facha”. Y será verdad nomás que la música no para.